La victoria electoral de Pedro Sánchez abre la puerta a un nuevo pacto de gobierno entre el PSOE y Podemos, reeditando así el acuerdo que alcanzaron a finales del pasado año para presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2019, cuya aprobación, finalmente, no salió adelante.
Aquel pacto incluía, entre otras medidas, la subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros al mes, la revalorización de las pensiones de acuerdo con el IPC y la subida de las pensiones mínimas y no contributivas un 3% en 2019, un mayor grado de intervencionismo en el mercado del alquiler o un fuerte impulso a las energías renovables, dentro del plan de Transición Energética, cuya aprobación ya ha obtenido luz verde en los últimos meses.
Sin embargo, hay otras medidas que también fueron acordadas y que ahora podrían salir adelante en caso de que PSOE y Podemos alcancen un pacto. Entre otras, cabe la posibilidad de otorgar a los ayuntamientos capacidad regulatoria para que fijen precios máximos en el alquiler de viviendas; reformar el Impuesto de Sociedades para que las grandes empresas paguen un tributo efectivo mínimo del 15%; implantar un impuesto a las transacciones financieras; una tasa a las empresas digitales; fijar un umbral mínimo en Sucesiones y Donaciones a nivel nacional; elevar el impuesto de Patrimonio; reformar el sistema de cotización de los autónomos para vincularlo a sus ingresos reales, lo cual se traduciría en una subida fiscal a cerca del 80% de este colectivo; o regular la publicidad del juego de azar y las apuestas en línea para asimilarlo a la de los productos del tabaco.
Además, los programas electorales de PSOE y Podemos coinciden en varios puntos, avanzando así otro tipo de acuerdos en materia económica y fiscal. La derogación de la reforma de las pensiones de 2013 está encima de la mesa, pudiendo eliminar así el Índice de Revalorización y el Factor de Sostenibilidad para volver a ligar la subida de estas prestaciones al IPC, y lo mismo sucede con la reforma laboral de 2012, cuyas claves también podrían resultar anuladas.
Igualmente, Sánchez e Iglesias coinciden en la necesidad de implantar algún tipo de renta básica para las familia más desfavorecidas, así como impulsar un fuerte aumento del gasto público en sanidad, educación, dependencia e I+D+i. En materia de IRPF, el PSOE apuesta por una nueva subida a las rentas altas, mientras que el partido de Iglesias propone que las rentas de más de 100.000 euros anuales paguen un tipo marginal del 47% y del 55% para rentas superiores a 300.000. También defienden elevar la tributación sobre las rentas del capital y rebajar o eliminar deducciones fiscales. Impulsar la construcción de vivienda pública o retrasar la privatización de Bankia son, igualmente, decisiones que se podrían acabar acordando de cara a un posible pacto de gobierno entre PSOE y Podemos.