Una cafetería de Melbourne feminista que cobraba un recargo del 18% a sus clientes masculinos echa el cierre este domingo. Según las dueñas de Handsome Her, que han publicado un comunicado en Facebook, el cierre no se debe a las quejas y críticas de hombres recibidas, que sólo, dicen, les "refuerzan su visión de hasta qué punto es tóxico el sexismo" y les animan "a continuar su labor". Tampoco cierran, afirman, porque les vaya mal: según su versión, sus clientes masculinos "pagan felices" el recargo, que "donan" a instituciones benéficas relacionadas con mujeres.
Las dueñas sostienen que esa polémica "no ha arruinado su negocio" y que simplemente cierran porque una cafetería les lleva "mucho tiempo" y desean un "modo de vida más calmado" para poner en práctica su modo de vida "feminista, vegano" y ecologista.
Lo cierto es que páginas como Tripadvisor estaban repletas de comentarios de clientes indignados con normas como que las mujeres tenían preferencia para sentarse. Algunos denuncian que también atendían a las mujeres primero y que discriminaban a transexuales.