El número de cerdos en China se ha reducido un 30% en solo unos meses y la razón se encuentran en la epidemia de peste porcina africana. Esta enfermedad resulta inofensiva para los humanos, pero es mortal para los animales. En el continente asiático se está convirtiendo en una pandemia que está poniendo en serio riesgo a los cerdos. De hecho, la cotización de los futuros de la carne porcina se está disparando.
Rabobank va más allá y ha cifrado en 200 millones el número de cerdos que pueden ser sacrificados en los próximos meses por tener esta enfermedad. Como es lógico, esta crisis está afectando de manera directa al precio de la carne. En lo que va de año ha aumento un 61% su cotización. Un crecimiento espectacular, ya que, por ejemplo, el barril de Brent en estos meses se ha disparado un 40% y el Ibex supera, por poco, el 13%.
Las estimaciones oficiales señalan que la producción de esta carne podría caer un 30% en este año. Hace solo unos días, el Gobierno de Xi Jinping afirmó que había sacrificado a más de un millón de animales debido a esta epidemia.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos anuncia que la producción de cerdos en China puede descender a mínimos de hace 17 años. Además, el inventario podría verse reducido un 18% y se encontraría en el punto más bajo desde hace 30 años. Un dato muy relevante teniendo en cuenta que el país produce y consume la mitad de la carne de cerdo de todo el mundo.
Solamente en el pasado curso, China produjo 54 toneladas de carne, mientras que el consumo se cifró en 55 toneladas. Es seis veces más que lo que consume Estados Unidos. De hecho, debido a esta crisis, China podría incrementar un 41% las importaciones de carne porcina en 2019. Las regiones que más pueden exportar ahora mismo son Estados Unidos, Europa y Canadá.
Sin embargo, no va a ser del todo sencillo, ya que la carne de cerdo es un producto al que le ha afectado de lleno la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Por tanto, la importación de carne porcina no resultará sencilla. El motivo se encuentra en que el ejecutivo liderado por Xi Jinping fijó una tasa aduanera del 62% para este producto.