Pedro Sánchez niega la ralentización de la economía. Una cosa es que la economía no se hunda, al menos, todavía, y otra es que no se esté parando, cada vez de manera más clara y rápida.
Niega Sánchez que caiga la inversión extranjera recibida en España, pero los datos de su Ministerio de Industria lo desmienten: descendió en 11.562,2 millones de euros desde que gobierna hasta el último dato publicado.
Tampoco reconoce que el déficit lo está aumentando con su incremento de gasto. Sin embargo, se ha desviado 4,3 décimas sobre el objetivo de déficit de 2018, que supone unos mayores déficit y deuda de 5.200 millones de euros.
Se niega a reconocer que su política de gasto público nos harán incumplir también el objetivo de déficit en 2019, que, de seguir gobernando, casi doblará, según tanto el FMI como el Banco de España.
Ese incremento del gasto y del déficit está impulsando la deuda. Desde que gobierna, la ha incrementado en más de 31.000 millones de euros. Sólo en febrero, la incrementó a razón de 371 millones de euros al día.
Del mismo modo, caen los afiliados a la Seguridad Social en el primer trimestre de 2019 en referencia a la evolución del cuarto trimestre de 2018, que denota que el efecto de la parada económica está comenzando a llegar al mercado laboral. Así, disminuyen en 70.505 afiliados.
Y va acompañado de que el incremento del paro registrado en el primer trimestre de 2019 se multiplica por más de cinco respecto al mismo trimestre de 2018.
También ha comenzado a bajar la contratación indefinida. No hay más que consultarlo en cada nota de paro registrado, generalmente en su página 13. Ha vuelto a bajar después de mucho tiempo, de manera que ha comenzado ahora a aumentar la precariedad que critica Sánchez.
Y, en materia de empleo, la EPA publicada el jueves muestra cómo se destruye empleo: en el trimestre desciende el número de ocupados en 93.400 personas, con una línea de tendencia muy descendente desde que gobierna Sánchez. Mientras que en el último trimestre en el que gobernó el PP se crearon 469.900 empleos, ahora se destruyen esos casi 100.000 puestos de trabajo, todo, además, en el sector privado, ya que el sector público aumenta la contratación. Especialmente fuerte es la destrucción de empleo en el sector servicios, donde desciende en 109.200 puestos de trabajo.
Sánchez y su equipo intentan maquillar el efecto de los datos diciendo que en los últimos 12 meses se han creado 596.900 empleos y se ha reducido el paro en 441.900 personas. Esos datos son ciertos, pero lo que no dicen es que de todo el empleo creado en los últimos 12 meses, casi el 80% (469.900 empleos) se crearon en el único trimestre en el que gobernó el PP en estos 12 meses.
Tampoco dicen que casi el 70% (306.000 personas) de la bajada del paro se produjo en el único trimestre de estos 12 meses en el que gobernaron los populares.
Y en industria, desde que gobierna hasta el último dato disponible, cae el IPI, la cifra de negocios de la industria y la entrada de pedidos en la industria.
Igualmente, el sector servicios, el esencial de la economía española, ve cómo, desde que gobierna Sánchez, desciende su cifra de negocios un 6,3% y su índice de ocupación un 1,4%.
Del mismo modo, la creación de empresas se ralentiza, pasando de crecer un 2,3% a crecer un punto menos.
Y la disolución de empresas se incrementa desde que gobierna:
Y eso desemboca en una ralentización de todo el crecimiento económico.
Ésa es la realidad que no quiere ver Sánchez, o, mejor dicho, que le irrita, y trata de culpar a los demás de lo que sólo es la punta del iceberg de lo que sería una gestión suya durante cuatro años: caída de la economía, pérdida de puestos de trabajo y paro.