Con camisa y jersey se presentó Pablo Iglesias en el debate de Atresmedia de ayer. Al contrario que sus oponentes, el líder de Podemos volvió a rechazar el traje, aunque su atuendo le daba un aspecto más formal que la criticada camisa azul que eligió el pasado lunes para batirse con sus contrincantes en TVE.
Eso sí, su intención estaba muy lejos de querer proyectar una imagen más pija de la que nos tiene acostumbrados. Y es que el vestuario de Iglesias estaba cargado de intenciones con la elección de la firma que está detrás de su jersey negro.
Se trata de la marca 198 Revolt Clothing. Esta compañía madrileña con tienda en la calle de la Palma lleva por bandera el comunismo y los ideales de la extrema izquierda en sus diseños. Entre sus prendas más revolucionarias se encuentra la versión republicana de la camiseta de la selección española de fútbol que ya ha lucido Pablo Iglesias en alguna ocasión.
Sus diseños de inspiración bolchevique aclaman desde a las Brigadas Internacionales como a la CCCP, pasando por el primer astronauta que viajó al espacio, el ruso Yuri Gagarin. En su cuenta de Instagram, los homenajes a los soldados soviétivos son constantes.
Fundada por un miembro de Podemos
Como si de un famoso influencer se tratara, el líder de Podemos ha catapultado a la compañía a la fama con su aparición en televisión. "Ha sido bestial, una locura, que hasta se nos ha caído la web", cuenta el fundador de 198, Eduardo Garrido, a Libre Mercado. Garrido asegura que no tenía la menor idea de que Iglesias iba a aparecer en el debate con su jersey, y niega que se lo haya regalado. "Fue una sorpresa, como vendemos mucho online, no sabemos quién lo compra", explica.
Bien es cierto que no es la primera vez que Iglesias viste con su marca, como confirma el propio responsable de la firma. "A los debates de La Tuerka ya llevaba algunas de nuestras prendas", presume. Tampoco esto es casualidad, ya que la relación de esta enseña con la formación morada viene desde sus orígenes.
Fue en el año 2010 cuando Eduardo Garrido puso a la venta su primer artículo: un particular diseño republicano de la camiseta de la selección española de fútbol. "Cuando ganamos la Eurocopa en 2012, se dispararon las ventas, y abrimos la tienda", cuenta. Eduardo Garrido fundaba entonces la compañía junto al actual secretario de Podemos, Juan Manuel del Olmo. Cuando este último entró en el partido, le cedió su parte a su hermano, Eduardo del Olmo. Ahora, los dos Eduardos comandan la compañía.
El logotipo de 198 es "una figura clásica que hace un guiño a la República, a lo público y al poder de lo público", explica su creador.
Capitalismo en estado puro
198 Revolt Clothing también hace el agosto con la bandera republicana española y la de Cuba, aunque es irónico como su estrategia de negocio está basada en el más puro capitalismo. Una cuidada página web, envíos online, devoluciones gratuitas, márketing, cuenta en las redes sociales, rebajas… la revolución de esta compañía no da tregua.
Al ser preguntado por esta contradicción, Garrido declara que "no podemos negar que estamos en el sistema capitalista. No nos queda otro remedio que luchar en el capitalismo donde, por cierto, hay grandes gigantes en el sector textil". El empresario dice que "nos podíamos haber dedicado a la banca o a las gasolineras, pero al menos lanzamos un mensaje desde el autoempleo".
Por el módico precio de 39,99 euros, sus clientes podrán comprarse una exclusiva chaqueta de la intifada, y por 49,99 euros, podrán llevarse la chaqueta militar republicana. La chaqueta del Madrid CF sin el "Real", sin la corona en el escudo y con la bandera republicana al cuello también está a la venta. Además, sus chaquetas Harrington con cuadros escoceses por dentro harán las delicias de los más redskins o sharperos del país. "Son las que mejor funcionan. Es estilo british, no buscábamos esa connotación, aunque lo usen esos movimientos" radicales, justifica Garrido. El dueño de 198 tiene muy claro quiénes son sus clientes. "Son de izquierdas de todo tipo: comunistas, republicanos... también nos ha comprado algo algún republicano de derechas, pero son los menos, la verdad", admite.