El presupuesto de la Unión Europea en 2017 ascendió a 137.379 millones de euros, lo que equivale a que cada europeo -somos más de 500 millones- pagaría unos 270 euros al año para mantener toda la estructura de la UE. A pesar de que las sumas son elevadas, el Parlamento Europeo (PE) asegura que apenas representa el 1% del PIB de la UE. Sólo el funcionamiento de la Eurocámara supone un gasto de 3,10 euros anuales a los europeos.
El PE también ha explicado que las áreas de crecimiento sostenible y cohesión económica, social y territorial es donde mayor gasto se destina, un 71%. Mientras que para mejorar la competitividad y el empleo se gastó un 14%. Los gastos de la Administración suponen un 6%, o lo que es lo mismo, 8.243 millones de euros.
Además, el Parlamento ha querido justificar el bajo gasto en Administración excusándose en que la estructura comunitaria cuenta con muy pocos funcionarios. "La UE emplea directamente a cerca de 60.000 funcionarios", tras remarcar que "solo la ciudad de Viena (capital de Austria) emplea a 65.000 funcionarios y el Ministerio de Finanzas de Francia a 140.000", tal y como recoge Cinco Días.
La Comisión Europea ha propuesto para el nuevo presupuesto del periodo 2021-2027 el equivalente al 1,11% de la renta nacional bruta (RNB) de los 27 países que conforman la Unión Europea, excluyendo ya a Reino Unido. Aunque, tras esta propuesta, el Consejo Europeo y el Parlamento se tendrán que sentar a negociar y establecer las prioridades de gasto.
El PE, que ha calificado de "bueno" el presupuesto que propone la Comisión, ha pedido más esfuerzo económico para el programa Horizonte Europa, que busca aumentar el gasto público en infraestructuras, pymes, agricultura y cohesión. Además, quiere impulsar el programa Erasmus plus para los jóvenes europeos. Por último, la cámara pide que el 25% del presupuesto comunitario se dedique a la lucha contra el cambio climático.