La aprobación de la reforma laboral en 2012 despertó fuertes críticas en las filas de la izquierda, pero terminó generando una fuerte recuperación del empleo entre los años 2014 y 2018. Ante el buen resultado que arrojó la flexibilización del mercado de trabajo, los ataques a la norma diseñada por Fátima Báñez pasaron a centrarse en la calidad del empleo.
Libre Mercado ya ha desmontado muchas de estas tesis pesimistas. Tal y como explicó este diario, cada vez se crea menos empleo temporal y más trabajo indefinido. De hecho, con el mismo nivel de asalariados que en el pico de la burbuja, hoy tenemos un millón más de trabajadores con un contrato fijo. Además, los salarios llevan cinco años de lenta recuperación.
Pero, ¿qué hay del pluriempleo? La izquierda afirma que hay más y más españoles acumulando distintos empleos para llegar a fin de mes. Sin embargo, las cifras oficiales de la Encuesta de Población Activa arrojan una evolución muy distinta. De hecho, en la última década se ha reducido en más de 50.000 personas el número de ocupados que recurre a un empleo secundario para llegar a fin de mes.
Así, en el año 2008 vemos que el cuarto trimestre cerró con 505.200 trabajadores en esta situación, mientras que el curso 2018 cerró con 448.200 asalariados en una situación de pluriempleo. La reducción observada asciende al 11,3%. Acotando el período estudiado para contemplar el impacto de la reforma laboral, la tendencia es alcista (el pluriempleo pasa de 356.400 a 448.200 efectivos), pero hay que tener en cuenta que ese repunte de 91.800 personas representa el 4% del empleo creado desde entonces (2.225.200 puestos de trabajo).
Midiendo el peso del pluriempleo sobre el total de ocupados, vemos que en España supone el 2,4%, por encima del 1,5% italiano pero por debajo del 3,5% británico, el 4,2% luso, el 5% galo, el 5,4% teutón o el 8,4% danés.
Por sectores, el grueso de los trabajadores con una segunda ocupación están completando su sueldo haciendo horas en el sector terciario, donde están 401.500 de estos trabajadores. El resto de ramas de actividad suman apenas 46.700 ocupados en estas circunstancias.
En cuanto a las horas de trabajo dedicadas al empleo secundario, los números de la EPA muestran que los hombres que están en esta situación consagran a dicho complemento unas 15,2 horas semanales, frente a las 13,8 de las mujeres, para un total de 14,5 horas que resulta idéntico al observado en 2008.
Hay, por otro lado, una serie estadística del INE que nos ayuda a completar este análisis. Se trata del boletín de la EPA que mide cuántos ocupados quisieran trabajar más horas de las habituales, bien sea en otro empleo, bien en su actual puesto de trabajo. El primer epígrafe ha bajado de 168.700 en 2008 a 113.700 en 2012 y 57.500 en 2018, de modo que el deseo de tener un segundo empleo baja de forma sostenida.
En el segundo epígrafe encontramos que 994.800 personas estaban en esta situación en 2008, mientras que en 2012 se alcanzaron las 1.237.000 y en 2018 se registró una caída hasta las 903.000, por lo que también cae el número de personas en esta situación.