Tener un balcón con buenas vistas pasa a ser un chollo en estas fechas de fervor religioso e interés internacional turístico por la Semana Santa en nuestro país. Tanto es así que presenciar la procesión desde un lugar privilegiado llega a costar miles de euros.
La empresa MiBalcony.com recoge la subida de precios de terrazas, balcones, áticos, azoteas y hasta ventanas en ciudades como Granada, Córdoba, Jaen, Sevilla y Málaga. Visitantes y turistas están dispuestos a pagar cantidades desorbitadas por ver a la Virgen de la Macarena a un palmo de sus narices.
Es el caso de los balcones de la Calle Sierpes en Sevilla. Desde 3.500 euros hasta el más caro, 12.200 euros en Calle Sierpes y con aforo limitado para 14 personas. Eso sí, los balconistas contarán con servicio de catering toda la semana, que incluye licores, cerveza, vino, tortilla de patatas, pescado frito y café para aguantar La Madrugá sevillana.
La cuestión es que, pese al lujo que supone tener un hueco, no parece que duela la cartera. En estos momentos, no hay ningún balcón disponible en la página web porque, por volar, han volado hasta las ventanas. Para aquellos a los que estos lugares celestiales se les escapa de precio, también se ofertan sillas por 200 euros toda la semana, y si se es un poquito más tiquismiquis y la espalda duele, también está el palco, un poco más cómodo, pero más caro; entre 500 y 800 euros un reservado en esta zona cuesta en Sevilla, Málaga y Granada.
Hacienda tras los balcones
Pero no todo el monte es orégano. Este año, Hacienda estará vigilando que las ganancias de los propietarios que alquilan a balconistas, declaren los beneficios. Sí, ni por Cristo el Fisco perdona. El portal Legalitas avisa de que en lugares como Navarra, "la Hacienda Tributaria envió una carta informativa a los domicilios situados en el recorrido del encierro para advertirles de que si alquilan su balcón para para ver los San Fermines ese dinero debe ser declarado".
Y no parece que el hecho de que los alquileres se realicen a través de Internet y de forma anónima pueda ser razón suficiente para escapar de las fauces de la Agencia Tributaria. De hecho, supone dar pistas a Hacienda de los ingresos que hemos percibido por estos conceptos y puede comprobar si los hemos declarado o no, informan los expertos del despacho de Legalitas.
Por lo tanto y para no tener un susto posterior y que Hacienda acuse de cometer un pecado contra el Estado, los abogados recomiendan declarar dichos ingresos como un rendimiento de capital inmobiliario, "haciendo constar el importe íntegro de lo que hemos recibido por alquilar el balcón". De lo contrario, huir de Hacienda podría implicar la imposición de una multa que es gradual y que puede oscilar entre el 50% y el 150% de lo dejado de declarar, concluyen desde Legalitas.