El pasado sábado Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, acudió a La Sexta Noche para enfrentarse a un debate electoral. En el programa, Montero aseguro lo siguiente: "Me sorprende que haya quien les diga a los ciudadanos que la culpa de que no haya dinero para las pensiones la tienen ellos por no tener hijos, en lugar de explicar la verdad: que hay 33 empresas del IBEX 35 que no pagan impuestos en España".
Una afirmación totalmente falsa si se presta atención a los datos del Impuesto de Sociedades pagado por las empresas que componen el índice. Tal y como señaló el diario Expansión, las empresas que conforman el selectivo nacional tributaron un 27,8% de media en 2018, casi tres puntos por encima del 25% que estipula dicho tributo. En total, el conjunto de las compañías que cotizan en el índice pagó 17.619 millones de euros en impuestos sobre un beneficio de 63.275 millones de euros.
Según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Siemens Gamesa pagó un 58,3%, Repsol un 41,6%, Técnicas Reunidas un 36,4% y el Banco Santander un 35,4%. Por encima de la media del 25% también se quedaron Mapfre con el 32,5% y Acerinox con el 30,6%.
La subida de impuestos de 2016 incluyó una figura llamada reversión de deterioros, que obliga a tributar por pérdidas. Es decir, las empresas que más pagan, además de registrar beneficios, han revertido pérdidas, mientras que las empresas que menos pagan y que han obtenido tributaciones negativas son las que han generado un crédito fiscal que tendrán que pagar.
La mentira de la Agencia Tributaria
La Agencia Tributaria sostiene en el Informe de recaudación anual que el tipo efectivo de los grupos consolidados españoles apenas ascendió al 6,14% de sus resultados contables positivos, algo que es falso por dos motivos. En primer lugar, Hacienda "computa como beneficios cosechados en España los dividendos cobrados por las grandes empresas patrias procedentes de sus ganancias en el extranjero", explica el economista Juan Ramón Rallo. En ese cálculo, la Agencia Tributaria no tiene en cuenta los impuestos que estas compañías han pagado ya en el extranjero. Es decir, toman los beneficios logrados en todo el mundo y los comparan con los impuestos pagados en España.
En segundo lugar, "la Agencia Tributaria pone en relación los impuestos pagados (en España) con los resultados contables exclusivamente positivos de los grupos consolidados", comenta Rallo. Es decir, no se tiene en cuenta las pérdidas y por eso en el cálculo que hace Hacienda se disparan los beneficios.