El galopante deterioro de la Seguridad Social ha disparado la preocupación de los ciudadanos por el futuro de las pensiones. Sin embargo, más allá de las marchas de protesta que hemos visto durante el último año, apenas han surgido propuestas que permitan reestructurar el sistema de forma integral y garantizar un modelo de jubilación acorde a las expectativas de la población.
De momento, PP y Vox son los únicos partidos que han planteado modificaciones significativas en este ámbito. Los populares han apostado por liberalizar el ahorro, para que los jubilados no tengan que pagar impuestos por los primeros 8.000 euros que obtengan vía depósitos, acciones, seguros, fondos de inversión, alquileres, etc. Por su parte, Vox ha defendido la transición hacia un modelo mixto de pensiones en el que el sistema de reparto vaya mano a mano con un esquema de capitalización.
El caso es que, mientras los políticos plantean diferentes alternativas, en España hay ya ocho millones de personas que tienen más de 65 años y cuentan con una vivienda en propiedad. Dicho colectivo podría mejorar sustancialmente su situación económica recurriendo a la llamada hipoteca inversa, un producto cada vez más popular en el mundo anglosajón pero que apenas tiene penetración en España, algo curioso si tenemos que el nuestro es un país de propietarios, con 600.000 millones de activos inmobiliarios frente a los 120.000 millones que están en manos de las gestoras de planes de pensiones.
La hipoteca inversa genera liquidez para los propietarios de vivienda. El Banco de España lo define como "un crédito o préstamo garantizado con una hipoteca que recae sobre la vivienda habitual y que se entrega a una persona mayor de 65 años, bien de una sola vez, bien mediante prestaciones periódicas". En el momento del fallecimiento, los herederos pueden devolver el dinero prestado al banco y recuperar la titularidad al 100% de la vivienda.
Según Óptima Mayores, asesoría especializada en el desarrollo de hipotecas inversas, el 95% de los hogares españoles encabezados por jubilados tiene la vivienda en propiedad. No obstante, aunque hay más de ocho millones de personas que tienen más de 65 años y cuentan con una vivienda en propiedad, solo un 12% conoce la hipoteca inversa.