El juzgado de lo mercantil núm. 8 de Barcelona ha sido el último en resolver un nuevo conflicto entre marcas. Todo comenzó cuando la empresa castellana La Flor Burgalesa (Florbú) sacó al mercado unas galletas con forma de dinosaurios. Al poco tiempo, Artiach, con sede en Bilbao, demandó a la empresa al considerar que chocaba contra sus galletas llamadas Dinosaurus.
Sin embargo, la Justicia considera que el uso de figuras representativas del Tiranosaurio Rex, el Triceratops o el Estegosauro u otras especies no pertenece a ninguna marca y que, por tanto, Florbú podrá seguir comercializando sus galletas con forma de dinosaurio sin problema. La sentencia explica que estas siluetas "pertenecen al conocimiento del público general". Esto significa que son de dominio público y que no pueden ser patentadas.
Artiach, propiedad de Adam Foods -gigante multinacional en el mundo de la alimentación- demandó los Gallesaurus porque tanto las galletas como el embalaje suponían una infracción de patentes y competencia desleal. Sin embargo, la Justicia ha dado la razón a la compañía burgalesa. Artiach también pedía el cese de la fabricación de estas galletas, su retirada del mercado y la destrucción de toda la producción, además de una indemnización. Al principio, la demanda fue admitida a trámite, pero ha sido desestimada.
La sentencia compara, no solo la silueta de las galletas, sino también el embalaje y el diseño gráfico de las Gallesaurus en general. Sin embargo, la Justicia estima que no existe "riesgo de confusión" entre ambos productos y que no se infringe la Ley de Marcas.
En cuanto al uso de los dinosaurios, la sentencia explica que esta especie no es "apropiable ni registrable". Añaden que solo se puede patentar la silueta si en ella apareciese incorporado algún elemento singular, pero no se da el caso. En el texto de la sentencia se puede leer, además, que no "existe coincidencia alguna" entre Dinosaurus y Gallesaurus a nivel fonético. Tampoco advierten semejanzas ni en embalaje ni en el diseño gráfico del mismo. Ahora, Florbú podrá seguir fabricando sus galletas y Artiach tendrá que pagar las costas procesales, aunque aún puede recurrir a la Audiencia Provincial de Barcelona.