La reforma hipotecaria, aprobada el pasado 21 de febrero y que entrará en vigor tres meses después, incrementará los tipos de interés de los nuevos préstamos y provocará un endurecimiento de las condiciones crediticias. Éstas son algunas de las conclusiones a las que llega el Banco de España en un reciente informe sobre la citada norma.
La ley, entre otras medidas, introduce una regulación detallada del periodo de contratación donde los prestamistas tendrán que informar a los prestatarios del contenido del contrato mediante una ficha europea de información normalizada. También se da más peso a la figura del notario y se exigirá a las entidades prestamistas una evaluación de la solvencia del prestatario antes y durante el préstamo. Además, algunos de los gastos relacionados con la contratación (gestoría, notaría y registro) caerán sobre el prestamista (actualmente los solía paga el prestatario).
Además, la nueva ley no solo reducirá las comisiones máximas por reembolso anticipado en los contratos de tipo de interés variable, sino que impondrá límites máximos por reembolso anticipado a los contratos de tipo de interés fijo, que, a diferencia de los contratos a tipo de interés variable, carecían de dichos topes. Asimismo, la nueva regulación elevará el plazo para recuperar la deuda impagada de los préstamos morosos mediante la ejecución hipotecaria, entre otros cambios.
Los efectos
El Banco de España concluye que, si bien la reforma puede tener algunos efectos positivos, como un incremento de la competencia en el sector o un aumento de la seguridad jurídica y una reducción de la litigiosidad, lo que llevaría a una mayor actividad crediticia, también tiene efectos negativos.
Por un lado, la obligación de los prestamistas a pagar una parte mayor de los gastos relacionados con la contratación del crédito, así como los límites a las comisiones máximas por amortización anticipada en las hipotecas a tipo fijo "podrían propiciar un cierto aumento de los tipos de interés de los nuevos préstamos". Aunque uno de los efectos más notables afecta, sobre todo, a "los deudores con mayor perfil de riesgo" –como, por ejemplo, jóvenes o trabajadores con contratos temporales–, ya que el retraso a la hora de recuperar la deuda impagada por parte de las entidades financieras se traducirá en un mayor endurecimiento de las condiciones crediticias, según el citado informe.