El PIB español sigue desacelerándose. En 2018, el aumento de la actividad fue el más bajo desde 2014, alcanzando una tasa anual del 2,6% que contrasta negativamente con el aumento del 3% experimentado el pasado año. Por tanto, el primer año de gobierno de Pedro Sánchez ha coincidido con un giro a peor en el comportamiento de la economía española.
Si ese deterioro ya resulta preocupante de por sí, las dudas van a más cuando nos adentramos en los fundamentales del crecimiento. Así, el boletín del INE que recoge la evolución de la economía en el conjunto de 2018 muestra que el peso del gasto público sobre el PIB ha aumentado un 33% en la Era Sánchez.
Fijémonos primero en el tercer trimestre del año, comprendido entre julio y septiembre. En 2017, este período estuvo marcado por un aumento del 0,6% en el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas. Sin embargo, en 2018 se produjo un aumento del 0,8%, un tercio por encima de los niveles registrados cuando Mariano Rajoy estaba en La Moncloa.
Algo parecido ocurre en los datos del cuarto trimestre, correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre. En 2017, dicho período coincide con un repunte del 0,3% en el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas. Sin embargo, la cifra para 2018 refleja un aumento del 0,4%, de nuevo un 33% más que en los años de Mariano Rajoy.
La comparativa también resulta preocupante cuando medimos la evolución del consumo público en España y el resto de la Eurozona. En este caso, la medición es anual, no trimestral, pero la tendencia se mantiene. Así, en España se dio un aumento del 3%, frente al 1,7% de Alemania, el 0,9% de Francia o el -0,1% de Italia.