Esta semana se ha vuelto a caer el servicio eléctrico en Venezuela. Por si la crisis económica y humanitaria no fuese lo bastante grave (2 años de hiperinflación, 6 consecutivos de recesión y la mayor crisis migratoria del continente americano), este segundo apagón nacional en menos de un mes añade, si cabe, aún más presión popular sobre el régimen de Nicolás Maduro.
El primer apagón se prolongó desde el 7 hasta el 15 de marzo sin servicio eléctrico, lo que provocó unas pérdidas de 1.098 millones de dólares, equivalente al 1,3% del PIB o el equivalente a un mes de importaciones, según la firma Ecoanalítica. Durante esos días, el 96% de Venezuela se quedó sin electricidad y, en algunos puntos, el apagón llegó a durar hasta 100 horas continuadas.
El apagón fue consecuencia de que una subestación de la central hidroeléctrica de Guri se derrumbó. La subestación San Gerónimo B suministra electricidad al 80% del país a través de una extensa red de líneas de transmisión de alto voltaje. Los expertos y gente cercana a Corpoelec (Corporación Eléctrica Nacional S.A., monopolio público de la energía creado en 2007 por Hugo Chávez) informaron de que las turbinas de la planta fallaron tras años de negligencia, mala administración y corrupción generalizada en la empresa. Diferentes grupos técnicos, expertos en la materia, llevaban desde 2013 advirtiendo de las desinversiones y la falta de mantenimiento del sistema eléctrico venezolano, hasta que, finalmente, ha terminado colapsando.
A pesar de que los apagones intermitentes se llevan produciendo desde hace varios años, ninguno de ellos ha tenido la escala de este mega apagón. Óscar Allende, venezolano residente en Caracas, comentó: "Ha estado bastante horrible, volvimos al pasado. Nosotros incluso tuvimos suerte, ya que el tiempo máximo sin luz fueron 26 horas." Además, añade que "en casa no ha llegado el agua desde hace más de una semana. Como la cocina y los calentadores de agua son eléctricos, hemos tenido que recoger leña del parque para cocinar y calentar el agua para lavarnos. Nosotros tenemos agua de reserva en los tanques, pero otros han tenido que recoger agua de la cloaca de Caracas. Es horrible. Indignante".
El gráfico anterior muestra el desabastecimiento del suministro eléctrico de la semana del 7 de marzo y el inicio de un nuevo apagón del pasado día 25, que, en un primero momento, ha dejado sin suministro al 57% del país para, posteriormente, dejar desabastecido al 88%, afectando a un total de 18 estados.