Desde la convocatoria de elecciones generales hasta la celebración de los comicios, el gobierno de Pedro Sánchez espera mejorar la intención de voto del PSOE apelando a los anuncios que está haciendo el Ejecutivo en las ruedas de prensa posteriores a las reuniones semanales del Consejo de Ministros.
Son los llamados viernes sociales, tildados también por la oposición como viernes electoralistas. En esta ronda de contactos con la prensa, el gabinete socialista ha sacado la chequera y prometido importantes aumentos de gasto que, como es lógico, acarrean un deterioro del saldo presupuestario de las Administraciones Públicas.
El servicio de estudios del Banco de España ya ha estudiado el impacto de los viernes sociales de Pedro Sánchez. En su nueva previsión, el supervisor financiero advierte que la desviación de ingresos y gastos para el año 2019 va a ampliarse en 12.000 millones de euros, como consecuencia de la falta de rigor que está exhibiendo el Ejecutivo socialista.
Entre el anuncio de elecciones y la cita con las urnas, el Gobierno tiene previsto celebrar un total de diez ruedas de prensa. Por tanto, cada comparecencia de la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celáa, irá de la mano de un aumento del déficit equivalente a 1.200 millones de euros. Esta cifra es el resultado de dividir el agujero anunciado por el Banco de España entre las reuniones del Consejo de Ministros que consolidan una senda fiscal incompatible con los compromisos que España había alcanzado con Bruselas.
Libre Mercado ya advirtió del fuerte aumento del gasto que se está desarrollando bajo gobierno de Pedro Sánchez. En el último trimestre de 2018, el crecimiento del gasto público fue cuatro veces mejor que un año antes. Además, aunque la economía ha moderado su crecimiento hasta el entorno del 2%, los gastos de las Administraciones se han disparado un 4% a lo largo de 2018. No solo eso: el empleo público sube con fuerza, especialmente en una Cataluña que ya no está sujeta a control de gasto por parte del ministerio de Hacienda.
Ante todo esto, no sorprende que el último boletín del Banco de España certifique un galopante aumento de la deuda pública en los primeros meses de 2019. En enero, los pasivos del Reino subieron un 0,4% respecto a diciembre y un 2,6% en comparación con el primer mes de 2018. En el último año, la deuda de las administraciones subió en 30.000 millones de euros, mientras que en enero de 2019 se consolidó un repunte de 4.895 millones, hasta llegar al 97,4% del PIB.