El papa Francisco pidió este miércoles pensar en los muchos "niños hambrientos" que hay en el mundo y denunció que "la comida no es propiedad privada", durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro. El Papa olvidó mencionar como ejemplo a países donde no existe ningún tipo de propiedad privada, ni siquiera para la comida, que está controlada por el Estado, como Corea del Norte o Venezuela.
El pontífice argentino continuó con las reflexiones sobre la oración del Padrenuestro y se detuvo en la frase que dice "danos nuestro pan de cada día".
"Pensamos en los niños que están en países en guerra: los niños hambrientos de Yemen, los niños hambrientos en Siria, los niños hambrientos en muchos países donde no hay pan, en Sudán del Sur. Pensamos a estos niños y al pensar en ellos juntos, decimos en voz alta la oración: "Padre, danos hoy el pan de cada día", afirmó.
Porque, insistió, "la comida no es una propiedad, que nos entre bien en la cabeza, sino providencia para compartir con la gracia de Dios". En el saludo en español, el papa rogó al Señor para "que no nos haga faltar nuestro pan cotidiano, y nos ayude a comprender que este no es una propiedad privada sino, ayudados por su gracia, es providencia para compartir y oportunidad para salir al encuentro de los demás, especialmente de los pobres y necesitados".