Batacazo bursátil en Inditex, que se ha convertido en el farolillo rojo durante toda la sesión de este miércoles. La dueña de Zara ha sufrido un fuerte golpe en bolsa desde la apertura, cuando ha amanecido hundiéndose más de un 5%. El castigo ha durado toda la jornada y los títulos de la compañía se han dejado un 4,45% a cierre hasta situarse en el precio de 25,1 euros.
Esta sangría ha empezado dos horas después de que la compañía presentara sus resultados anuales a la CNMV. Y mientras que parece que a Inditex le cuadraron las cuentas el pasado año, a pesar de que vuelve a anotarse varias cifras récord, no ha logrado convencer a los mercados.
El beneficio neto ha sido uno de sus nuevos logros. Las ganancias de Inditex alcanzaron los 3.444 millones de euros en 2018, pero aunque supone un nuevo máximo en su historia, sólo sube un 2%, frente al aumento del 7% que registró en 2017 o el del 10% en 2016. Esta ralentización del crecimiento podría interpretarse como una señal de que el negocio de la gallega estuviera cerca de tocar techo.
"Las acciones han reaccionando con un severo castigo en bolsa al quedar el beneficio operativo de 2018 algo por debajo de lo esperado y al pronosticar una evolución moderada en el futuro" ha explicado a Libre Mercado el analista de Self Bank, Felipe López-Gálvez. El experto ha recordado que los beneficios de la compañía "han crecido al menor ritmo en 5 años", una velocidad a la que de cara al futuro "debemos irnos acostumbrando".
"Inditex cotiza con unos ratios de valoración muy exigentes, en cerca de 24 veces beneficios anuales", explica el analista, por lo que "cada vez le cuesta más convencer al mercado de que deben pagar ese múltiplo tan elevado".
Lejos de relacionarlo con las dificultades que supone para cualquier empresa seguir creciendo a esos vertiginosos niveles año a año, Pablo Isla ha achacado esta situación al efecto divisa. "Tenemos una cuenta de resultados muy sólida, pero afectada por el impacto depreciación de muchas divisas respecto del euro", ha dicho en la rueda de prensa que ha tenido lugar en Arteixo para analizar sus cuentas. En la misma línea va López-Gálvez, que apunta que "al igual que en los dos años anteriores, el efecto divisa ha vuelto a ir en contra" del gigante textil, "algo que está llamado a cambiar este nuevo año".
Esto puede observarse en el dato de ventas, que rompió la barrera de los 26.000 millones hasta llegar a los 26.145 millones de euros de facturación, lo que supuso un 3% más que un año antes. Sin contar con los tipos de cambio, el crecimiento de las ventas habría ascendido al 7%. "A Inditex le favorece que el euro esté bajo", ha insistido.
Los ojos puestos en el online
El pasado año, Inditex rompió la política de no desglosar las cuentas de sus tiendas físicas y las de su web, y reveló por primera vez cuánto vendía a golpe de clic. Entonces, el peso del online sobre las ventas era del 10% y ahora, ha alcanzado el 12%.
Para López-Gálvez, aunque la compañía mantiene un fuerte impulso en el canal de internet, "su crecimiento se ha ralentizado desde el 41% hasta el 27% actual". El analista confía en que como la venta online no está disponible en todos los países, el peso en el conjunto del negocio no haga otra cosa que subir. Por ejemplo, durante los próximos meses, la compañía lanzará su tienda online en importantes mercados como Brasil.
El experto está convencido de que el modelo online será la gran baza de Inditex de cara al futuro. "Si bien la llegada de internet podría dejar fuera de juego a las firmas de ropa, la particularidad del negocio de Inditex, la rapidez con la que se ajustan a los gustos de los consumidores y su atractiva plataforma de online, hace que haya sabido adaptarse a este canal. Aunque la compañía nunca ha llegado a reconocer que los márgenes del online son mejores que en tienda física, todo indica que es así", comenta.
Dividendo histórico
Por ello, "si de algo se ha caracterizado la temporada de presentación de resultados anuales ha sido que los inversores han prestado más atención a los comentarios de la empresa de cara al futuro, que a las cifras de beneficio del año 2018". Inditex "no se ha querido mojar en este sentido", y simplemente ha fijado un rango estimado de crecimiento de las ventas comparables entre el 4% y el 6%, similar al que venía registrando en años anteriores.
De hecho, uno de los datos que tampoco parecen haber premiado los inversores ha sido la mejora de los márgenes. "Su margen bruto se ha incrementado en 39 puntos básicos hasta el 56,7% y es un indicador al que los analistas prestamos mucha atención", ha explicado. Además, su Ebitda habría crecido un 11% con los tipos de cambio constantes, "de manera que cuando el efecto divisa deje de ser un lastre y se convierta en un viento de cola, su impacto a nivel de beneficio será significativo", ha asegurado.
Sobre el aumento del dividendo de Inditex, otro dato histórico, López-Gálvez ha comentado que "la compañía ha querido agradar a los accionistas con un incremento del dividendo, ya que no puede contentarles con los datos sobre el negocio en sí".
La compañía de Amancio Ortega "ha cumplido con su tradición de elevar el dividendo", pero el analista advierte de que "el problema es que lo eleva a un ritmo superior al de su crecimiento de beneficios. Se lo puede permitir porque carece de deuda y porque tiene una caja de 6.700 millones de euros, pero este aumento de dividendos será insostenible en el futuro".
Otra vez más "sale a la luz el eterno de bate de si los dividendos son buenos o malos, ya que una empresa que reparte casi todo su beneficio a sus accionistas, es una empresa que no invierte ese dinero en hacer crecer el negocio", asegura. Y es que el payout de la empresa va a alcanzar el 60% por primera vez. El Consejo también propondrá un dividendo extraordinario total de 1 euro por acción a distribuir con cargo a los ejercicios 2018, 2019 y 2020.