El año 2019 ha empezado con malas noticias para el emprendimiento. De acuerdo con la estadística mercantil que elabora el INE, el primer mes del año cerró con un fuerte aumento de las disoluciones empresariales, a lo que habría que sumar una notable caída en la cifra total de empresas constituidas en España.
Vayamos primero a la formalización de nuevas sociedades. Según explica el INE, "en enero se crearon 8.991 empresas. Esta cifra supone un 4,4% menos que en el mismo mes del pasado año 2018". El único consuelo es que el capital suscrito para la constitución de estas firmas fue de 603 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,7%.
Por rama de actividad, el comercio concentra el 22,6% de las empresas constituidas. La construcción, con un 15,9%, ocupa el segundo puesto. En tercer lugar figuran las inmobiliarias, financieras y aseguradoras, que suman el 12,4% de las empresas creadas. Cerca del 10% aparecen la hostelería (9,2%), las actividades profesionales (8,8%) y las empresas de industria y energía (8,2%).
Vayamos ahora a la disolución de empresas existentes. A lo largo del primer mes del año, 4.153 negocios colgaron el cartel de "cerrado". Esta cifra supone un 11,9% más que el pasado año. En parte, el aumento del 150% en el número de fusiones explica parte del repunte general, pero incluso dejando a un lado estas cifras podemos comprobar que la evolución interanual es francamente desfavorable.
De acuerdo con las estadísticas mercantiles que ofrece el INE, el 71% de las empresas disueltas echaron el cierre de manera voluntaria, mientras que el 23% se fusionó con otras sociedades y el 6% se disolvió por otras causas.
Preocupación por la industria
Los datos de sociedades mercantiles disueltas muestran que la situación de la industria empieza a ser muy preocupante. Dicho sector concentra el 30,8% de las operaciones de cierre, muy por encima del 18% registrado por el comercio o del 11,7% en el que se mueve la construcción. Se confirma, por tanto, el deterioro del sector secundario.
Como ya explicó Libre Mercado, la industria española ha entrado en recesión por primera vez desde 2013, con una caída del 1,2%. Así lo confirman distintos indicadores, que incluyen la entrada de pedidos (1,7% menos), la tasa de actividad incluida en los indicadores adelantados (ya en tasas negativas) o el índice de producción del sector (caída del 4,2% en diciembre). En el último trimestre de 2018, el INE constató una caída de la actividad del 0,9%, que se sumó al descenso del 0,3% observado en los nueve meses anteriores para confirmar la entrada del sector industrial en un escenario recesivo.