Como cada año, el Índice de Libertad Económica pone de manifiesto el grado de apertura al capitalismo de los distintos países del mundo. El informe de 2019, elaborado por la Fundación Heritage y divulgado en España por Foro Regulación Inteligente y Fundación Faes, sitúa a nuestro país en el vigésimo puesto de la lista comunitaria, a la altura de Polonia, Bélgica, Eslovenia o Portugal. La publicación fue presentada el pasado 6 de marzo en un evento organizado por la Fundación Rafael del Pino que reunió a más de 250 asistentes.
Según el Índice, la economía europea más abierta al paradigma del laissez faire es la irlandesa. El tigre celta obtiene 80,5 puntos sobre 100 y se aúpa al puesto número seis del ranking mundial. No anda lejos Reino Unido, que encara con decisión la llegada del Brexit y certifica un elevado grado de libertad económica, suficiente para obtener 78,9 puntos.
En clave comunitaria, si nos centramos en los modelos más destacados también nos encontramos con Países Bajos (76,8 puntos), Dinamarca (76,7 puntos) y Estonia (76,6 puntos). A continuación aparecen países miembros de la UE como Luxemburgo (75,9 puntos), Suecia (75,2 puntos), Finlandia (74,9 puntos), Lituania (74,2 puntos) o República Checa (73,7 puntos). Alemania se queda a las puertas del top diez, con una nota de 73,5 puntos.
La zona media es para Austria (72 puntos), Letonia (70,4 puntos), Bulgaria (69 puntos), Malta (68,6 puntos), Rumanía (68,6 puntos), Chipre (68,1 puntos), Polonia (67,8 puntos), Bélgica (67,3 puntos) y España (65,7 puntos). Nos situamos, por tanto, cerca de las últimas posiciones del ranking, aunque al menos con sesgo al alza.
Los peores resultados de la UE son para Eslovenia (65,5 puntos), Portugal (65,3 puntos), Hungría (65 puntos), Eslovaquia (65 puntos), Francia (63,8 puntos), Italia (62,2 puntos), Croacia (61,4 puntos) y Grecia (57,7 puntos). La evolución de algunos de estos países muestra un cambio a mejor en los últimos años, como refleja el aumento de 1,9 puntos que consigue Portugal en comparación con los datos del Índice de 2018. No ocurre lo mismo en Francia, que cede 0,1 puntos, o Italia, que se deja 0,3.
España y las reformas pendientes
De media, las economías europeas reciben 68,6 puntos sobre 100 en la evaluación elaborada por Terry Miller, Anthony B. Kim y James M. Roberts, los tres autores del informe. España aparece por debajo de dicha nota, de modo que la calificación obtenida por nuestro país debería invitarnos a reflexionar sobre las reformas necesarias para revertir dicha desventaja y hacer de la economía ibérica un ejemplo de aperturismo.
Dichas reformas deberían centrarse en mejorar la calificación asignada a España en áreas como los procesos judiciales (51,4 puntos), la ausencia de corrupción (51,9 puntos), el gasto público (46,2 puntos), la deuda pública (51,1 puntos). También sería útil una mayor flexibilidad laboral (57,8 puntos) o una reducción de la carga fiscal (62,3 puntos).