Libre Mercado explicaba ayer las falacias del feminismo izquierdista a la hora de comentar la llamada "brecha salarial". Según pone de manifiesto un informe del Instituto Juan de Mariana, la distancia entre el salario de hombres y mujeres se debe principalmente a elecciones personales. Así, frente al diferencial retributivo del 25% que suelen reflejar los medios, la evidencia empírica señala que el porcentaje de diferencias salariales que no tiene una explicación aparente ronda el 5%, mientras que el porcentaje de sanciones por discriminación en las inspecciones del ministerio de Trabajo se mueve en niveles ligeramente superiores al 1%.
Pero el feminismo de izquierdas también denuncia la existencia de otra "brecha", que en vez de ser de carácter horizontal (salario) sería de índole vertical (puestos de responsabilidad). ¿Qué ocurre si analizamos la realidad laboral española desde esta perspectiva?
La respuesta aparece, una vez más, en el quinto capítulo del informe del IJM, suscrito por el economista Santiago Calvo. Como recuerda el autor, "la representación femenina en los puestos de dirección y gestión está ligada a la propia participación de la mujer en cada sector. Por ejemplo, la representación femenina en la industria y en las tecnológicas es baja, pero la situación es distinta en ámbitos como los servicios, donde el peso de las mujeres sobre el total de trabajadores es marcadamente mayor".
Cada vez más mujeres en cargos de alta dirección
Dicho esto, ¿qué ocurre en los consejos de administración de nuestro país? En el informe Women in Work, PwC ha calculado el peso de la representación por sexo y ha encontrado que la presencia femenina en dichos órganos es del 21%. Se trata del mismo porcentaje que se da en Dinamarca, uno de los países de referencia de la izquierda a la hora de proponer políticas de igualdad. Nuestro porcentaje es también similar al que se da en Canadá, Estados Unidos o Países Bajos.
Restringiendo nuestra perspectiva para analizar el Ibex 35, la presencia de mujeres en los consejos de administración es del 16%. Este porcentaje es idéntico al promedio europeo y nos sitúa muy por encima de los niveles del 6% que se observaban hace apenas una década.
Si ampliamos el foco y nos fijamos en las mujeres que ocupan cargos de responsabilidad en grandes empresas, vemos que España registra un 27% en el estudio Women in Business de Grant Thornton. Este resultado nos coloca por encima de Finlandia (26%), Reino Unido (22%), Canadá (25%) o Estados Unidos (21%).
Y, si nos olvidamos de la élite corporativa española y estudiamos todo el mercado laboral, el informe del IJM encuentra que la presencia de mujeres en puestos de alta dirección llega al 35%, lo que nos coloca en tercera posición del ranking europeo, cinco puntos por debajo de Francia y a la par que Letonia. El dato medio para la UE-28 sería del 33%, mientras que los países fetiche del feminismo de izquierdas se quedan en porcentajes mucho menores (26% en Suecia, 24% en Dinamarca o 22% en Finlandia).
En la misma línea van trabajos de Nima Sanandaji, experto en políticas de igualdad que ha señalado que España es uno de los países desarrollados en los que es más probable que una mujer llegue a la cima empresarial. Si 100 indica una misma probabilidad para hombres y mujeres, España cosecha 67 puntos, lo que supone el quinto mejor resultado de la OCDE en materia de igualdad. Por comparación, en Dinamarca apenas registran 37 puntos.