El expresidente de Nissan Motor Carlos Ghosn quedó en libertad bajo fianza, a la espera del juicio que se le sigue en Japón por supuestas irregularidades financieras. Ghosn, que había sido detenido en Tokio el 19 de noviembre pasado, salió de un centro de detención del barrio tokiota de Kozuge a las 16.32 hora local (7.32 GMT), según imágenes difundidas por la televisión nipona.
El también expresidente de Renault y de Mitsubishi deberá observar una serie de condiciones fijadas por los tribunales nipones para otorgarle la libertad bajo fianza, entre ellas la prohibición de abandonar el país. Ghosn salió del centro de reclusión disfrazado con un mono de trabajo, tiras reflectoras sobre el torso, lentes, gorra azul y la boca cubierta por una mascarilla, rodeado estrechamente de media docena de guardias de seguridad.
Posteriormente subió a una pequeña camioneta gris que estaba aparcada a la puerta, con una escalera de trabajo en su techo, mientras las cámaras intentaban captar el momento en medio de una gran confusión porque no se podía confirmar si se trataba de Ghosn. Minutos después de que abandonara el lugar esa camioneta, otros vehículos, uno de ellos con matrículas diplomáticas, salieron del estacionamiento frente al centro de detención de Kozuge.
Ghosn quedó libre después de que sus abogados abonaran en efectivo una fianza de 1.000 millones de yenes (7,8 millones de euros/8,9 millones de dólares). Ghosn está acusado, entre otros cargos, de ocultar presuntamente millonarias compensaciones pactadas con Nissan Motor y de supuestamente violar la confianza de la empresa por utilizar fondos de la firma para cubrir pérdidas financieras personales.
Horas antes de que quedara en libertad, en un comunicado difundido por sus representantes insistió en su inocencia y prometió defenderse "con vigor" ante la Justicia de Japón. "Soy inocente y estoy completamente comprometido a defenderme vigorosamente en un juicio justo contra unas acusaciones sin mérito e insubstanciales", afirmó Ghosn, que el próximo sábado cumplirá 65 años.
El exejecutivo de Nissan, que también fue presidente de la firma francesa Renault y de la nipona Mitsubishi, ha negado cualquier irregularidad de su parte y sostiene que fue víctima de una presunta conspiración en Nissan para cesarlo en sus funciones.