El empleo publicó está volviendo a aumentar su peso con fuerza. Si echamos un vistazo a la Encuesta de Población Activa del último trimestre de 2018 podemos comprobar que, a lo largo del pasado curso, la plantilla de empleados públicos subió en 136.300 efectivos, un aumento digno de los años de la burbuja.
Si desglosamos estas cifras, vemos que la Administración Central disparó su empleo en la segunda mitad del año, coincidiendo con la llegada a La Moncloa de Pedro Sánchez. Entre el primer y segundo trimestre, el gobierno popular incorporó a 2.800 nuevos trabajadores. Sin embargo, la cifra registrada a final de año experimentó un crecimiento cuatro veces mayor, lo que elevó la plantilla de la Administración central en 8.800 personas.
La Seguridad Social redujo su plantilla significativamente en 2018 (de 30.000 a 21.600 empleados), mientras que los entes públicos pasaron de 146.600 efectivos en el primer trimestre a 142.800 asalariados en la última EPA del año. Sin embargo, el capítulo de personal aumentó con fuerza en las entidades locales (de 624.500 a 658.300 trabajadores) y las comunidades autónomas (de 1.762.400 a 1.830.000 efectivos).
Desglosando las cifras por regiones, vemos que hay dos modelos muy diferenciados. En las regiones gobernadas por el PP se observan tasas moderadas de creación de empleo público o incluso se observan cifras negativas. Así, en Madrid y Galicia se da un aumento del 1,8% y 2%, mientras que en Castilla y León y La Rioja se registra un descenso del 1,1% y en Murcia se produce un ajuste del 8%. Para las ciudades autónomas, la evolución es del -0,9% en Ceuta y del -1,3% en Melilla.
Pero la situación es muy distinta en los feudos de la izquierda. La subida del empleo público es del 4,6% en Aragón, del 8,3% en Andalucía, del 13,5% en Baleares o del 23,9% en Comunidad Valenciana. Más reducidas son las tasas observadas en Asturias (-0,9%), Extremadura (5,4%) o Castilla-La Mancha (3,1%), quizá en coherencia con el discurso más suave y moderado de los barones socialistas que gestionan estos territorios.
En Canarias y Cantabria, el repunte es del 10,3% y del 3,5%, respectivamente. Fuera del régimen común, Navarra aumenta el número de efectivos públicos un 4,7%, mientras que País Vasco aplica un repunte aún mayor, del 11,9%.
Cataluña dispara un 67,5% el empleo público
Sin embargo, la subida más notable de todas en Cataluña, donde se han creado 67.500 nuevos empleos públicos a lo largo del año 2018. Esto supone prácticamente la mitad de todo el saldo neto para el pasado curso. En términos interanuales, el aumento de la contratación observado en Cataluña supone un repunte del 67,5%.
De acuerdo con la EPA, la estructura pública catalana sumaba un total de 396.800 trabajadores a finales de 2017, pero subió a 416.200 en el primer trimestre de 2018 y aumentó sus cifras de forma sostenida durante el resto del año: 419.000 en el segundo trimestre, 434.200 en el tercero y 464.300 en el último trimestre de 2018.
La evolución para Cataluña muestra dos tiempos muy diferenciados. En la primera mitad de 2018, con el artículo 155 de la Constitución en vigor, la suspensión de la autonomía contuvo el crecimiento del empleo público hasta dejarlo en cifras más moderadas. En la segunda mitad del año, con Quim Torra al frente del gobierno y el fin de la intervención por parte del gobierno central, las cifras se disparan hasta alcanzar los 464.300 empleados públicos medidos por la última EPA de 2018.