El Ayuntamiento de Madrid sigue su campaña de acoso y derribo contra los pisos turísticos. Según ha reconocido el gobierno de Manuela Carmena en la comisión de Desarrollo Urbano Sostenible celebrada este miércoles, el número de inspecciones realizadas desde el pasado verano se acerca ya a las 12.000 actuaciones.
Sin embargo, pese a la actitud hostil con la que el gobierno local aborda la operativa de los pisos turísticos, lo cierto es que solamente se ha ordenado el cese de actividad de 502 de los 12.000 domicilios inspeccionados por los técnicos municipales. Por tanto, solo el 4,2% de las visitas se saldaron en el cierre, lo que pone de manifiesto el hecho de que el grueso de los pisos turísticos operan dentro de la legalidad.
Aunque los técnicos han estudiado más de 500 inmuebles, solo en un 11% se detectó una gran concentración de pisos turísticos. El criterio para fijar dicha categoría es que entre el 50% y el 100% de los pisos de un edificio estén dedicados a este tipo de arrendamiento. Por otro lado, las cifras del Ayuntamiento muestran que el distrito centro suma el mayor porcentaje de viviendas dedicadas a este tipo de alquiler, con 1.275 activos de este tipo frente a los 364 del segundo anillo de la capital.
El hostigamiento del consistorio puede ir a más en los próximos meses, puesto que 393 alojamientos turísticos no han sido cerrados aún, pero podrían verse obligados a echar la persiana si prosperan las acciones tomadas por el gobierno local, que les ha solicitado información complementaria como último trámite.
Según explica en un comunicado el gobierno de Manuela Carmena, "el expediente de cese afecta a aquellas viviendas que operan de manera irregular como de uso turístico. El Ayuntamiento aprobó la suspensión de licencias hace un año tras la apertura del expediente de un plan especial de regulación del uso de servicios terciarios en la clase de hospedaje. Afecta a los distritos de Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Tetuán, Chamberí, Moncloa-Aravaca, Latina, Carabanchel y Usera".
La guerra del Ayuntamiento comunista de la capital española empezó a cobrar más fuerza en enero del pasado año, cuando se anunció el veto a la concesión de nuevas licencias para pisos turísticos en el distrito central. La campaña de inspecciones iniciada en verano supuso un nuevo refuerzo. Ya en diciembre se reportaban expedientes.
Pero la guerra contra los pisos turísticos no explica el encarecimiento de la vivienda. Al contrario de lo que afirma el Ayuntamiento, estas viviendas apenas representan el 0,7% del parque residencial de la capital y, en el caso del centro de la ciudad, no llegan ni al 10%.