La movilidad es uno de los temas que más están dando que hablar en los últimos meses, especialmente desde la aprobación del plan Madrid Central. Pero no solo en la capital es un asunto importante. A nivel nacional, el Gobierno socialista ha subido los impuestos al diésel y aprobará un plan para poner coto a los vehículos de combustión interna en el 2040. La moda del momento no es otra que atacar y acusar a los coches diésel o gasolina de ser los causantes de la contaminación. Pero la OCU avisa: un automóvil Eco o Cero no contamina menos que uno de gasolina.
En un nuevo informe elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios, se muestra que no todos los vehículos catalogados como Eco o Cero son menos contaminantes que todos los modelos de gasolina. Es decir, que, en función de una serie de características del vehículo, un coche puede ser más respetuoso con el medioambiente usando gasolina que uno calificado como Eco. El motivo de la confusión se encuentra en que solo se tiene en cuenta la tecnología que posee el vehículo y no el impacto real de sus motores.
En el texto explican que algunos coches cuentan con pequeños sistemas de tecnología híbrida que les permiten una autonomía a través del sistema de propulsión absolutamente limpios durante 40 kilómetros. Solo por tener esto, ya son calificados como Eco o Cero. Sin embargo, cuando termina con esa autonomía, tienen mayor impacto en emisiones que un coche de combustión interna normal.
La OCU, hace una comparativa entre modelos del mismo grupo automovilístico, comparando varios Lexus y Toyota entre sí. Las conclusiones son claras, un Toyota Aygo con motor gasolina –y, por tanto, con distintivo C– contamina menos que un Lexus CT, un Toyota RAV-4, un Lexus RX o un Lexus LS, todos ellos con etiqueta ECO. Según la OCU, es algo que sucede con los híbridos enchufables y con los no enchufables, pero también con los modelos con Gas.
La organización asegura también que está a favor de utilizar la clasificación con pegatinas para impulsar la compra de coches más limpios y respetuosos con el medioambiente, pero asegura que tiene que cobrar más importancia el impacto real de los motores que la tecnología empleada en el coche.
"Existe un gran número de conductores que ven limitado su acceso a las grandes urbes por no poder comprar un coche con tecnología limpia. De hecho, su alto coste, junto a la incertidumbre sobre qué tecnología se impondrá y cuánto van a mejorar, está provocando que muchos aplacen la sustitución de su viejo coche, lo que prolonga el problema de la contaminación", asegura la OCU, que también critica el elevado precio de las tecnologías limpias.