La firma de moda francesa Pimkie ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que supondrá el cierre de 16 establecimientos en España y el despido de 89 empleados, 78 de ellos en tiendas y once de sus oficinas centrales.
Tanto UGT como CCOO han defendido que no existe causa organizativa ni productiva para la amortización de los puestos de trabajo en la sede, ubicada en Montmeló (Barcelona), ya que la empresa mantiene las funciones de dichos empleos.
Respecto a los 78 despidos en tiendas, los sindicatos consideran que la concurrencia de causa organizativa y productiva es mas visible, pese a que la situación por la que atraviesa la compañía se debe a "una mala política de expansión" de la firma, "cuyo resultado lo pagan las personas trabajadoras con la pérdida de empleo".
A pesar de ello, ambos sindicatos han instado a la empresa a que estudie recolocaciones y/o ubicaciones del personal afectado en otras tiendas para reducir el impacto inicial.
Una vez analizados los datos económicos aportados por la empresa, UGT y CCOO han constatado que aunque la firma "goza de buena salud", los gastos son "excesivos". "El problema no es que no se gane dinero, ni que se reduzcan las ventas, sino que se gasta mucho y no precisamente en gastos de personal", han denunciado los sindicatos, que han señalado que "si no hubiera esos gastos excesivos la cuenta de resultados seria positiva".