El partido político Vox tiene muy clara la política que aplicará con el cine español. Aunque, según su líder, Santiago Abascal, "todavía no tienen muy perfilado el modelo", sí reconocen un boceto basado en una idea muy sencilla y comprensible, sobre todo para los contribuyentes: "Retirar las subvenciones al cine".
Esta línea básica perfilaría las políticas culturales de la nueva formación política y así lo ha comunicado a Libre Mercado desde el departamento de prensa: "Desde el Estado no tenemos que pagar proyectos privados. De este modo, se consigue la desideologización del cine, ya que, hasta ahora, hemos visto que tiene un sesgo parecido a determinados colectivos que interpretan la historia de España que va en contra de los intereses de España. Las administraciones públicas están controladas por partidos políticos y si son éstas las que otorgan las subvenciones, siempre lo harán con el color del partido que gobierne".
Fuentes del partido han explicado los beneficios que obtendrá el espectador gracias a la supresión de las ayudas públicas al gremio de cineastas. "El hecho de que se eliminen las ayudas al sector cinematográfico provocará que las películas dependan de la taquilla, promoción y distribución. Cuando esto suceda habrá un cine de calidad o quizás no, pero por lo menos no recaerá la producción de estas películas en el lastimado bolsillo de los contribuyentes".
Esta fórmula entroncaría, según ha transmitido Vox a este diario, con el ideario común del proyecto del partido, que pretende beneficiar y apoyar los intereses del contribuyente: "No abogamos por subvencionar el cine, pero tampoco a organizaciones sindicales o patronales, partidos políticos y, en definitiva, a las entidades que deben ser costeadas por los interesados y no cargar sus gastos al bolsillo de todos los españoles".
Los Goya versus Vox
La alfombra roja ha tenido en común este año el resentimiento y animadversión que despierta Vox entre directores, productores y actores varios que acudieron a la gala de los Goya. Declaraciones como la del director, Pedro Almodóvar, en las que "negaba la existencia" al partido de Abascal, obtuvieron rápidamente respuesta de la formación en la cuenta oficial del partido desvelando las intenciones de Vox con el cine español. Aunque la gota que colmó el vaso la protagonizó el guionista de Superlópez contestando al presidente de Vox que no hacía una película de Blas de Lezo porque "no le daba la puta gana".
El apoyo masivo a Abascal en Twitter sobre la urgencia de un cine que refleje la historia de España animó al líder del partido. Fue entonces cuando le planteó a la escritora Elvira Roca Barea la necesidad de guionizar un largometraje sobre Blas de Lezo. Y no sólo eso, también se animó y dijo que iría a buscar a Mel Gibson para la financiación si en España no encontraba ningún inversor.
Hay que hacer esa película sobre Blas de Lezo. Es evidente que hay un público que garantiza el éxito. Deberíamos pedirle a Elvira Roca Barea que contribuya al guión. Y yo estoy dispuesto a irme a buscar a Mel Gibson si aquí no hay quien quiera realizarla o invertir en ella pic.twitter.com/97NKDkAJuy
— Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL) February 4, 2019
Inmediatamente, se inició de forma espontánea en la red social un pseudocrowfunding donde unos y otros se ofrecían para repartir los gastos del film y poner su granito de arena. Vox alega que es absolutamente necesario romper con la leyenda negra que el cine español recoge sobre la historia de la conquista de América. Abascal alude al hecho de que no existen películas en las obras cinematográficas patrias que narren la vida, hazaña y epopeyas de nuestros pasajes y héroes.
Por el contrario, según los representantes de Vox el discurso en el celuloide siempre ha estado marcado por el desprestigio de los españoles a lo largo del curso de las épocas, así hasta las crónicas de la guerra civil que santifican al bando republicano en su totalidad. Es por ello que, desde el partido recién estrenado en el Parlamento andaluz, piensan que el hecho de otorgar subvenciones contribuye a la propaganda política y secuestra la cultura de los españoles.