"El error más grande fue el peso excesivo. Teníamos que haber sido más prudentes". Así, asumiendo el error de Aritza, uno de los que más ruido ha generado a lo largo de su carrera ha comenzado Francisco García Paramés su discurso ante la Conferencia Anual de Inversores de Cobas.
Era un momento complicado para el conocido como el Warren Buffett español. Hace dos años, lanzaba su esperadísima gestora, Cobas. Después de la tempestuosa salida de Bestinver en 2014 y tras mucho ruido en los medios de comunicación y en los mercados, Paramés comenzó su andadura al frente de su propia empresa en un momento complicado en las bolsas internacionales. En un sector, el de los fondos de inversión, que en España está enormemente bancarizado y en el que hay poco espacio para los independientes, no hay demasiadas ocasiones en las que este tipo de noticias salten a los titulares. Uno de esos contados momentos fue cuando el gestor gallego comenzó su nuevo proyecto. Y los resultados no terminan de acompañarle: en 2018, por ejemplo, la rentabilidad de su fondo internacional ha sido de un -31,4%.
Por todo eso, la Conferencia de este martes era probablemente la más esperada de la carrera de Paramés. Su planteamiento ha sido doble. Por un lado, ha reconocido el error de inversión. Sin demasiadas medias tintas. Se ha explicado, ha admitido que meter dinero en la compañía suiza hace un par de años no fue una decisión acertada y, quizás más importante, que nunca debieron permitir que llegase a pesar más del 10% del fondo (recomprando en cada una de las caídas). Pero, sobre todo, Paramés ha hecho examen de conciencia, asumiendo la equivocación en primera persona: "El tropiezo en Aritza fue, fundamentalmente, responsabilidad mía:
Es difícil evaluar el equipo de gestión. El error más grande fue el peso excesivo. Era una situación de transición. Y en cada aviso de resultados comprábamos acciones, pensando que el problema era temporal. Teníamos que haber sido más prudentes. Aunque una parte de la inversión la vamos a recuperar.
Dicho esto, llama la atención que Aritza sigue siendo la compañía que tiene un peso más elevado dentro de la cartera internacional de Cobas. Muchos inversores le han preguntado al respecto y esto ha dicho: "La base para seguir invirtiendo es que el negocio es atractivo. En eso creemos que no nos equivocábamos. Tiene activos extraordinarios en algunas geografías. La ratio precio/ebitda a día de hoy está a un descuento del 30% respecto a sus comparables; un descuento de un 40% si miramos las ventas; y de un 50% si miramos los activos. Y eso sin ningún plan de mejora. Si mejora y vuelve a márgenes similares a los de los competidores, el descuento será mucho mayor. El error era invertir en Aritza cuando valía 3.000 millones y tenía una deuda de 2.000; la situación actual no tiene nada que ver con aquella. Cuando una compañía colapsa el precio, suele quedar como oportunidad".
Pero no sólo de Aritza se ha hablado este lunes en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, muchos otros temas han salido en la presentación de Paramés o en las preguntas de los asistentes. Los siguientes han sido los más destacados:
La Bolsa, ¿cara o barata? Aquí Paramés también se ha puesto la gorra contrarian. A pesar del pesimismo que se vive en los últimos meses en los mercados y de todas las voces que alertan de que la corrección que vivimos en los últimos meses de 2018 continuará este año, el gestor español ha apuntado en varias ocasiones a lo largo de su intervención que es escéptico ante esta visión del mercado, sobre todo en lo que tiene que ver con Europa. Aunque Paramés, como buen value, asegura que no hace market timing (es decir, que no invierte en función de cómo cree que lo hará el mercado en los próximos 6-12 meses), sí ha querido tranquilizar a sus inversores: "En 2015, la Bolsa europea marcó un máximo cíclico. Desde ese momento, llevamos 3-4 años en los que los mercados europeos han caído un 10%. Esto no es la base para un cataclismo (tampoco para un mercado súper alcista). Hay compañías muy interesantes en Europa, que conocemos desde siempre y han caído un 40-50% desde máximos (…) No partimos de un mal momento. Los últimos veinte años han sido los peores de la historia en Bolsa. Lo normal es que los próximos años sean mejores. Tenemos una cartera parecida de calidad respecto a otros momentos de caídas del mercado".
En este punto, no sólo el mercado en general, sino también su propia cartera le hacen ser optimista para el futuro cercano. Parece lógico que tras las dificultades de los últimos meses, Paramés se haya reivindicado (y de paso, tranquilizado un poco a sus atribulados partícipes) recordando cómo en su trayectoria ha habido grandes caídas que han sido seguidas luego por grandes recuperaciones: por ejemplo, tras el desplome del 62% que acumularon sus fondos (en aquel entonces en Bestinver) entre 2007 y 2009, sus inversiones subieron un 153% en los siguientes dos años. Y ahora, el gallego cree que el potencial de revalorización que tiene entre manos es parecido: "El value no existe. Esto consiste en comprar buenos activos a buen precio. Activos que entendamos y en los que sepamos cómo estarán las compañías dentro de 10-15 años. Comprar cosas a 6-7 veces beneficios es acertado. Tiene toda la lógica. ¿Y si baja a 5 veces…? ¡Pues puede ser! La naturaleza humana siempre estará ahí, cometiendo errores".
Su convencimiento se resume en su declaración de que tiene todo su patrimonio invertido en Cobas y en esa cifra de PER 7 a la que ha aludido en varias ocasiones a lo largo de la conferencia. Según sus cuentas, las compañías que tiene en cartera cotizan ahora mismo a una media de 7 veces sus beneficios anuales normalizados, algo que debería provocar a corto plazo una corrección al alza del mercado: "Cuando tienes una cartera a seis-siete veces beneficios… pues pasarán cosas buenas (…) Nuestra cartera está a siete veces beneficio y el mercado a 13 veces. Lo normal es que el mercado lo haga algo peor que nuestra cartera".
Sobre sectores y compañías concretas, Paramés se ha centrado en explicar por qué confía en aquellos que tiene en sus fondos. También es habitual en este tipo de actos. Del resto, quizás lo más destacado ha llegado cuando le han preguntado por las tecnológicas y ha reiterado que mantiene su tradicional escepticismo al respecto. No es que las rechace por completo (por ejemplo, mantiene una posición importante de Samsung en sus fondos) pero sí es muy cauteloso al acercarse a este tipo de empresas. De hecho, sobre una de las compañías más grandes del mundo y que más éxito ha tenido en los últimos años, también en los mercados, ha lanzado un par de mensajes que son toda una carga de profundidad. Y que, viniendo de quien viene, al menos hay que tomar en cuenta: "Quién sabe cómo estará Facebook dentro de quince años. Ninguno de mis cinco hijos, y todos tienen redes sociales, usa Facebook, ni les interesa. Desde nuestro punto de vista, Facebook es capital riesgo". Palabra de Paramés.