El Ayuntamiento de Madrid lleva toda una legislatura explorando todo tipo de medidas para aminorar las emisiones contaminantes generadas por el tráfico rodado. Las restricciones aplicadas en la almendra central no han tenido el impacto esperado, puesto que el tráfico se ha desplazado a otras zonas de la capital. De hecho, durante el primer mes de vida de Madrid Central, el protocolo anticontaminación se activó uno de cada tres días.
Sin embargo, la "huelga" de taxistas anunciada el lunes 21 de diciembre parece haber cambiado las cosas. Desde entonces, la circulación en la Villa y Corte ha experimentado una mejora más que notable, lo que también se ha traducido en dos semanas sin aplicación de las restricciones de velocidad contempladas en el protocolo de circulación en la capital.
Los datos del Centro de Investigación del Transporte de la Universidad Politécnica expuestos por el diario El País son claros. En Madrid hay 15.700 licencias de taxi y 20.067 conductores en activo, una cifra modesta en comparación con el millón de vehículos que circulan por la capital española en una jornada promedio. Sin embargo, los coches particulares hacen recorridos mucho más escuetos, mientras que los taxis permanecen en las calles de Madrid durante buena parte del día, generando un tapón que ahora se ha levantado.
Así, de acuerdo con los técnicos de la Universidad Politécnica, el desplazamiento medio asumido por un ciudadano de a pie o un trabajador del ámbito del transporte es de 12 kilómetros por trayecto, de manera que dichos vehículos recorren 25 kilómetros durante la jornada. Sin embargo, el caso del taxi es muy distinto, puesto que su circulación por Madrid acarrea cerca de 210 kilómetros de desplazamiento diario.
Las cifras del Ayuntamiento de Madrid arrojan más luz sobre esta cuestión. Si analizamos esos 210 kilómetros de conducción diaria, encontramos que 114 kilómetros se hacen sin ningún ocupante a bordo. Las aplicaciones y las paradas de taxi podrían contener estos niveles, pero el 60% de los taxistas no emplea ninguna aplicación y el 45% dice no detenerse nunca en los puntos habilitados para captar clientes.
Metro, autobús, VTC… y adaptación
La red de transporte público ha absorbido parte del ajuste. Metro de Madrid ha comunicado un aumento superior al 50% en el número de viajeros que llegaron a Fitur a través de sus estaciones. Más discreta es la subida del transporte por autobús, donde la gestión del Ayuntamiento ha despertado críticas de la oposición, en línea con un aumento de pasajeros que apenas rebasa el 1,5%.
Los servicios de VTC se han beneficiado notablemente del cierre patronal decretado por los taxistas. El número de usuarios que se descargan plataformas como Uber o Cabify se ha multiplicado por tres, de manera que el servicio ofertado por dichos servicios ha crecido con fuerza. Es el llamado Efecto Streisand: cuanto más se esfuerzan los taxistas por silenciar a su competencia, más personas terminan conociéndola…
Pero, sin duda, la evolución del tráfico también mejora por la adaptación que han realizado las personas afectadas. Reuniones que se hubieran desarrollado de forma presencial tienen lugar ahora por vía telefónica o mediante aplicaciones de videoconferencia. Una alternativa más fría, pero también más ágil que, de hecho, está totalmente blindada ante las complicaciones de la circulación y ahorra a los profesionales el tiempo invertido en desplazamientos de ida y vuelta.