El cine español vuelve a estar en el punto de mira de los contribuyentes. La gala de los Premios Goya pone de manifiesto un sinfín de títulos y nombres de guionistas, productores y directores casi desconocidos para todos, pero subvencionados por todos.
El sector cinematográfico sigue devorando amplias partidas presupuestarias que fuerzan su supervivencia, año tras año. Así, en 2019, el PSOE, ni corto ni perezoso, aumentó un 10% las ayudas al gremio de cineastas con un distribuidor selectivo al que los interesados conocen muy bien: el Instituto del Cine y las Artes Audiovisuales (ICAA).
El presupuesto que la entidad pública cultural manejó en el último ejercicio anual fue de 88.611.000 euros. En base a un sistema de puntuación ideado por los responsables del ICAA, reparten parte de esta tajada: 35 millones de euros se destinan a grandes producciones, 7 millones para cintas experimentales o primerizas, 2,5 millones para distribuidoras y 1 millón para cortometrajes.
Debajo de la alfombra roja
En concreto, hasta 35 películas de productoras solventes han sido regadas con dinero público. Con sólo levantar la alfombra roja de los Goya, se descubre el polvo que hay debajo. Millones de euros de los que ningún director ni actor habla. Es el caso de Pedro Almódovar, quien durante una entrevista previa a la entrada del evento de los Goya, se jactó de negar la existencia a partidos como Vox. Sin embargo, el exitoso y adinerado cineasta manchego de lo que no renegó es de recibir un millón de euros del erario público para su película Dolor y gloria. El director de Volver acumulaba en 2008 una fortuna de 67 millones de euros en activos, donde se incluían inversiones inmobiliarias, según El Economista.
Del mismo modo, tampoco se salvan de las subvenciones ni los superhéroes. Bien lo sabe el guionista de Superlópez, Borja Cobeaga. Él mismo recomendaba al líder de Vox, Santiago Abascal, que si éste quería hacer una película sobre Blas de Lezo que pidiera ayuda al ICAA porque a él "no le daba la puta gana". Hay que decir que el consejo del guionista no era en vano. Borja Cobeaga y el equipo de Superlópez cobraron 1,4 millones de euros de los fondos públicos, en el primer procedimiento de selección de las ayudas generales a la producción de largometrajes sobre proyecto del año 2016. En el mismo ejercicio, la película, El Reino, de Rodrigo Sorogoyen, producida por Atresmedia Cine, Trainiera Producciones Cinematográficas y Tornasol Film, fue dotada con 1,4 millones de euros de ayuda estatal, a través del ICAA, por supuesto.
Un buen pellizco se ha llevado, también Paco Cabezas, un guionista talentoso que triunfa en el extranjero, vive en Los Ángeles y trabajo y guita no le faltan. Ha dirigido series y películas internacionales que han triunfado por el globo, como Mr. Right, Penny Dreadful, The Alienist, Into the Badlands o American Gods. A pesar de vivir en Los Ángeles y dirigir en Tokarev a Nicolas Cage, nada impide a Cabezas percibir un millón de euros del Estado español por su película Adiós.
Otro de los proyectos audiovisuales que ha recogido de la cosecha de los contribuyentes ha sido Los asesinatos de Goya, de Gerardo Herrero, quien ha estado al frente de conocidas obras cinematográficas como Malena es un nombre de Tango o Territorio Comanche. Aunque carga con decenas de títulos a sus espaldas y colaboraciones internacionales desde el año 1987, cuando fundó su productora Tornasol, parece ser que sigue necesitando de los contribuyentes. Un millón de euros también para él.
En el listado de las ayudas aprobadas por el ICAA también se encuentra la pareja de la actriz Leticia Dolera, Paco Plaza. El director de la trilogía REC protagonizada por Dolera, obtuvo 26 galardones por su trabajo, además de rentabilizarlo. No obstante, por su rodaje de Quien a Hierro Mata ha percibido otro millón.
Entre otros subvencionados, encontramos a Benito Zambrano por su film Intemperie. Además de cineasta, este sevillano también aspiró a la política. En 2015, se presentó como candidato a las elecciones generales con Podemos. Su película más conocida es La voz dormida, y por el nuevo rodaje el ICAA le ha otorgado un millón de euros.
Otra de las películas protagonizadas por el actor malagueño, Dani Rovira, no ha sido menos. Su director, Alejo Flah, también ha sido subvencionado con otro millón por Taxi a Gibraltar. Lo mismo sucede con Ola de Crímenes, de la experimentada directora Gracia Querejeta, o Ventajas de viajar en tren, de Aritz Moreno.
El festival de ayudas prosigue con Si yo fuera rico, de Álvaro Fernández Armero, Orígenes secretos, de David Galán Galindo, Vivir dos veces, de María Ripoll, Los Europeos, de Víctor García León, Gente que viene y Bah, de Patricia Font, o Un mundo normal, de Achero Mañas, entre otras. Todas, a millón por cabeza. No está mal teniendo en cuenta que el crowfunding en el que participan los españoles obligatoriamente no cuenta con el reparto de beneficios ganados por los cineastas, si es que llegan a registrarse ganancias.
En una nada desdeñable categoría menor juegan otros proyectos que, con suerte, sólo verán la familia y amigos de los creadores. Madre, de Rodrigo Sorogoyen (960.000 €), Legado en los huesos, de Fernando González Molina (916.000 €), La maldición del guapo (828.000 €) o 70 binladens, de Koldo Serra (796.000 €) son algunos. El gremio, sin embargo, sigue quejándose de estar castigado por un público que no los quiere. Y, de nuevo, los socialistas de Sánchez ya les han prometido que las ayudas serán aumentadas siempre que sea posible porque es un sector "que hay que proteger". Siempre con la cartera del otro, claro.