Tras el fin de las Navidades, una de las épocas de mayor gasto del año, llega la cuesta de enero. Este periodo es uno de los más temidos del calendario para las familias españolas, primero, porque tienen que recuperarse de los excesos navideños, que son muchos.
Por ejemplo, solo en regalos los españoles gastaron un total de 252 euros, un 4% más que un año antes, lo que los sitúa por encima de los británicos o los alemanes y entre los países más consumistas durante estas fechas, según un estudio elaborado por el banco digital Self Bank. La Lotería de Navidad, las comidas con familiares y amigos, los viajes y el periodo de rebajas también protagonizan año a años los gastos extra de Navidad.
Y a la factura navideña hay que sumarle el conjunto de subidas de precios, tarifas y tasas que se producen en el primer mes del año. La luz, el gas o el transporte público son las más habituales. Este año, en concreto, la cuesta de enero ha empezado con subidas de la electricidad, los carburantes o la telefonía, mientras ha bajado el gas natural o, en el caso de los impuestos, el IVA de los productos de higiene femenina y el de los servicios veterinarios.
Vías de financiación
Así, para ajustar cuentas en enero y febrero es recomendable hacer una lista con lo que realmente se necesita esos meses, así como comparar precios antes de comprar. Además, si lo que se necesita es financiación existen tres vías muy populares para obtenerla: los créditos rápidos, las tarjetas de crédito y los préstamos bancarios.
- Créditos rápidos: es posible pedir un crédito rápido en Kredito24. Sus principales ventajas son la inmediatez con la que se recibe el dinero, que no hace falta acudir a una sucursal bancaria, ya que se puede pedir desde el ordenador de casa o desde el móvil, y la ausencia de complicados requisitos para su concesión. Los solicitantes exigen la cantidad que necesitan y el plazo en el que podrían devolverla. Con rellenar un sencillo cuestionario, ser mayor de edad, tener un documento de identidad y una cuenta bancaria pueden tener el dinero en sus manos.
- Tarjeta de crédito: estos instrumentos permiten aplazar el cobro de nuestras compras. Lo habitual es que el titular de la tarjeta tenga un mes para abonarlo, aunque si se pasa de ese plazo debe tener cuidado con los elevados intereses que le pueden cobrar. Si ya posee la tarjeta de crédito no tendrá que pasar ningún trámite burocrático para usarla, pero si no dispone de una, tendrá que superar algunos requisitos.
- Los bancos: pedir un crédito al banco le llevará más tiempo, no sólo porque analizarán su caso con lupa, sino porque deberá adaptarse a los horarios de las sucursales bancarias. Además, es muy habitual que para concederle el dinero le exijan algún tipo de nómina o avales.