El presidente de Unauto en Cataluña, Josep Maria Goñi, ha acusado a la Generalidad de querer "abrir la puerta de la corrupción" con ellos. "El consejero, Calvet, lleva en sus venas la forma de operar de la antigua Convergencia y nosotros no estábamos dispuestos a jugar a su juego". Asimismo, Goñi ha sentenciado que "el gobierno catalán ha cedido al chantaje de los grupos violentos de los taxistas pero quería quedar bien con nosotros, con todo el mundo y eso no puede ser".
El secretario de la patronal de VTCs desvela así, en declaraciones a los informativos de esRadio, la llamada que recibió por parte de la Consejería de Sostenibilidad y Territorio: "Nos ofrecieron hacer la vista gorda con el tema de la precontratación de quince minutos que habían pactado con el sector del taxi prometiéndoles cumplir con sus exigencias. En concreto, Calvet nos comentó que de las sanciones ya se encargarían ellos y que harían la vista gorda".
Goñi ha declarado a este medio, que la Generalidad pretendía hacer "la cuadratura del círculo", y especificó que el deseo del gobierno catalán era "engañar a los taxistas". Además, el secretario de Unauto ha señalado que "la Consejería creía que la precontratación de quince minutos de antelación no iba a afectarles o tener influencia". Y explica que, desafortunadamente, las nuevas medidas sí que van a afectar al sector de las VTCs: "tenemos que despedir a más de 3.500 personas", ha lamentado.
El presidente de los VTC ha añadido que la Generalidad "los iba a meter en un embolado tremendo" y ha agregado que "los VTC siempre han trabajado honestamente y tenemos la confianza de la gente. No nos vamos a arriesgar a ceder, y así lo hemos hecho".