La recaudación fiscal derivada del tabaco se mantuvo estable en 2018 por sexto año consecutivo en el entorno de los 9.000 millones de euros, una cifra equivalente al coste que en su día tuvo la construcción del AVE entre Madrid y Barcelona. En concreto, los ingresos a través de los impuestos que gravan a la totalidad de las labores del tabaco (impuestos especiales e IVA) sumaron 9.010 millones de euros, lo que supone un ligero avance del 0,62% respecto a 2017, según los últimos datos facilitados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos.
Después de años de caída a tasas de doble dígito de las ventas, como consecuencia de la crisis económica y de sucesivas alzas fiscales que impulsaron el consumo ilegal, en 2018 la facturación total sumó 11.753 millones de euros, un 0,87% más; en tanto que en volumen se mantuvo sin cambios en 53.729 toneladas. En este sentido, la directora general de Adelta (Asociación Empresarial del Tabaco), Águeda García-Agulló, ha resaltado que ambos datos reflejan la estabilidad en la comercialización, "derivada de la contención del mercado ilícito como consecuencia de la buena labor de las Fuerzas y Cuerpos y de Seguridad del Estado".
El 80% del precio son impuestos
Por tipo de labores, las ventas de cigarrillos en volumen se situaron en 2.231,2 millones de cajetillas por valor de 10.167 millones de euros, el equivalente al 86,5% de las ventas totales de tabaco y al 88% del total de los ingresos fiscales del tabaco (8.025,5 millones de euros). Cerca del 80% del precio de venta al público de una cajetilla de cigarrillos equivale a impuestos. En cuanto al resto de las labores, el tabaco para liar, que supone un 8,53% del mercado en valor, aumenta un 2,82%, hasta 1.002,5 millones de euros.
Por su parte, los cigarros y cigarritos, que suman el 4,07% del mercado en valor, bajan su facturación un 1,17%; en tanto que el mercado de la picadura para pipa subió un 48,78% en valor, aunque sus ventas representan el 0,89% del total.
2019, un año "complejo"
El año 2019 será un ejercicio "complejo" para el sector del tabaco en la medida en que debe aplicar los nuevos requisitos de trazabilidad a los que obliga la nueva Directiva de Productos del Tabaco en las cajetillas de cigarrillos y envases de picadura de liar a partir del 20 de mayo, es decir, en unos cuatro meses. En este sentido, desde Adelta consideran "urgente" que la Administración vaya avanzando en la clarificación de las diferentes responsabilidades y los siguientes pasos a dar para poder llegar a tiempo con su cumplimiento.
Con la aplicación de este nuevo sistema de trazabilidad se culmina la aplicación práctica de la nueva Directiva de Productos del Tabaco, que ha supuesto "importantes" restricciones al sector, con nuevas y mayores advertencias sanitarias, requerimientos de presentación o limitación de ingredientes. Las nuevas medidas a las que obliga la nueva Directiva se suman a la normativa existente previamente en España.
"Nos situamos a la cabeza de la Unión Europea en políticas de control del tabaco y debemos garantizar el cumplimiento de la férrea legislación vigente", ha afirmado García-Agulló. No obstante y de cara al futuro, Adelta considera que debe apostarse por el concepto de "regulación inteligente" ('smart regulation'), un tipo de normativa cuya eficacia pueda ser demostrada con datos y en cuya elaboración se dialogue con todos los agentes afectados, entre otras características.
En este ámbito de la "regulación inteligente" encajarían las campañas de sensibilización y formación a los consumidores como una de las medidas más eficaces para el control del tabaco, apunta Adelta.