La evolución del mercado laboral en 2018 ha sido positiva en términos generales, pero las grandes cifras podrían llevar a engaño a primera vista, ya que el crecimiento que ha registrado la ocupación en los últimos meses se debe, en gran medida, a la ampliación de plantillas por parte de las Administraciones Públicas, coincidiendo con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno. De hecho, uno de los datos más llamativos es que el aumento del empleo público avanza a un ritmo récord.
España cerró el pasado año con un total de 19.564.600 ocupados y 3.304.300 parados, regresando así a los niveles de empleo y paro de hace diez años, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado martes. En concreto, el empleo creció en 566.200 personas, a un ritmo del 2,98%, superior al de 2017 (2,6%), logrando su quinto aumento anual consecutivo y el mayor desde 2006, cuando se generaron en España 686.200 puestos de trabajo.
El paro, por su parte, bajó en 462.400 personas, un 12,3% respecto a 2017, registrando su sexto descenso anual consecutivo, si bien este retroceso es inferior a los experimentados en los cuatro años previos. De este modo, la tasa de paro se situó en el 14,4%, su nivel más bajo desde finales de 2008.
Sin embargo, los matices empiezan a surgir cuando se observa el tipo de puestos de trabajo que se han generado. Para empezar, porque el empleo público se disparó en 136.200 personas en los últimos doce meses, en comparación con los 430.000 del sector privado. Se trata del mayor incremento anual desde 2004, en plena burbuja inmobiliaria, cuando subió en casi 154.000 efectivos, y el segundo más alto de la serie histórica.
Y lo más relevante es que este aumento se concentró especialmente en el segundo semestre, tras la exitosa moción de censura de Sánchez, ya que las plantillas públicas han engordado en más de 93.000 personas desde el pasado junio, el segundo mayor crecimiento de la serie histórica, tan sólo superado por el de 2008 (+98.000).
Aunque el récord absoluto es el que tuvo lugar en el cuarto trimestre de 2018. La ocupación aumentó en un total de 36.600 personas (+0,2%), su primer repunte en este trimestre desde 2015, pero gracias, única y exclusivamente, al sector público, que contrató a 43.400 personas, frente a los 6.900 empleos destruidos por el sector privado. Se trata de la mayor subida que se registra en un cuarto trimestre. Es decir, hoy por hoy, el empleo público está creciendo a un ritmo histórico.
Además, la contratación se concentró especialmente en el Gobierno central, con casi 27.000 efectivos extra entre septiembre y diciembre (+5.2%), y las comunidades autónomas, cuyas plantillas aumentaron en casi 40.000 personas (+2.2%).
Así pues, el pasado ejercicio concluyó con 16,35 millones de ocupados en el sector privado y un total de 3.211.000 trabajadores públicos, la mayor cifra en siete años, a tan sólo 90.000 efectivos del máximo histórico alcanzado a mediados de 2011.