Los VTC pondrán en marcha despidos masivos si el Gobierno catalán sigue adelante con la idea de obligar a sus clientes a contratar sus servicios con un mínimo de 15 minutos de antelación. El pasado viernes, centenares de conductores de Uber y Cabify se manifestaron por las calles de Barcelona para pedir a Torra que renuncie a sacar adelante su decreto ley.
Conscientes de que sus puestos de trabajo están pendientes de un hilo, y al grito de "déjame trabajar" o "mis hijos también comen", han querido plantar cara a una decisión política que saben que puede suponer el fin de sus empleos. Razón no les falta porque una de las principales empresas VTC de Barcelona, Vector Ronda, ya ha advertido de que si Cataluña aprueba la precontratación y elimina la geolocalización de las VTC, tendrá que despedir automáticamente a sus 1.000 conductores.
En Cataluña operan alrededor de 3.000 VTC frente a los más de 12.000 taxis. Después de Madrid y por delante de Andalucía, esta autonomía es la segunda región con más vehículos de alquiler con conductor de España. La mayoría de ellos trabajan en las plataformas de Uber y Cabify, aunque están contratados por empresas como Vector Ronda.
"Ya no se están renovando contratos"
"No me sorprende que se estén preparando despidos, es lo normal. Si nos echan, nos tendremos que ir… y Uber y Cabify también. Nos expulsan a todos", asegura a Libre Mercado el presidente de la patronal de las VTC Unauto en Cataluña, Josep María Goñi. El presidente de Unauto en Cataluña explica que, si se marchan finalmente, sus licencias no tendrían la posibilidad de operar en otra región más flexible porque "las tarjetas de transporte se habilitan para cada Comunidad Autónoma".
Desde que el Gobierno catalán mostrara su apoyo a las peticiones de los taxistas que se manifestaban en Barcelona y que han desconvocado la huelga, la situación se ha tornado crítica para la otra cara del conflicto: los conductores de las VTC. "Ya no se están renovando contratos, se han cerrado los cursos de formación y no se está contratando a nadie nuevo. Estamos a la espera de lo que pueda pasar", asegura Goñi.
"El viernes había gente llorando en la manifestación porque tienen miedo de perder su empleo", cuenta Goñí. "El 80% de los conductores de las VTC son gente mayor de 50 años y parados de larga duración. Conozco a un hombre que, antes de trabajar de conductor, pedía limosna en el metro. Es un drama para él y para todos", llega a afirmar.
Hacer esperar al cliente "no tiene sentido"
Goñi ha descartado que el sector de las VTC pueda "sobrevivir" en Barcelona obligando a los clientes a contratar sus servicios con antelación, aunque sean 15 minutos. "Es imposible sobrevivir porque no tiene sentido que llegue el vehículo y que no pueda dejar entrar al cliente porque tenga que esperar. ¿Y si llueve? ¿Se queda el conductor leyendo el periódico y el cliente fuera con el paraguas hasta que pasen los 15 minutos?", se pregunta. Además, cree que pasaría más tiempo desde que el cliente reserva. "Primero, el usuario nos tiene que pedir el servicio, luego, nosotros lo tendríamos que comunicar a la web de la Generalitat, y ya, al fin ir a por él. Al final se te va media hora", calcula.
El presidente de Unauto en la región ha querido destacar algunas de las concesiones que ya tenían los taxistas frente a ellos. "Se puede pedir un taxi a mano alzada o en paradas habilitadas, pero una VTC no, que sólo se puede reservar desde la aplicación. Ahora, los taxis también han entrado en eso con Mytaxi, mientras quieren que nosotros compitamos haciendo esperar al cliente", denuncia.
Otra barrera para las VTC si se aprueba la ley en Cataluña es que "nos quieren obligar a volver a la base después de cada trayecto, con el gasto de tiempo y dinero que supone", señala. "Eso es inviable, no tenemos ninguna posibilidad", lamenta.
De lo que sí se siente orgulloso Goñi es del "apoyo de los clientes y de la ciudadanía". Unauto ha lanzado una campaña de recogida de firmas en Change.org con el objetivo de "salvar a las VTC en Cataluña" y en un día han recogido casi 130.000 firmas.