La última semana de diciembre de 2016, el Ayuntamiento de Madrid se gastó 104 millones de euros en la compra del edificio situado en el número 45 de la calle de Alcalá. Libre Mercado destapó los papeles de operación, que revelan que la tasación se hizo mediante búsquedas en internet. Este diario puso también de manifiesto que diversos expertos consideraban que la operación se había cerrado con un sobreprecio de 14 millones de euros.
Detrás de la compra de Alcalá 45 está el nombre de Carlos Sánchez Mato. El concejal marxista de Ahora Madrid era entonces el delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento. Meses antes de ser defenestrado por Manuela Carmena, el político vinculado a Izquierda Unida tramitó esta operación en una reunión de la Junta de Gobierno que duró apenas 10 minutos.
Ahora, la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid viene a dar la razón a estas informaciones. Según un informe al que ha tenido acceso este diario, la compra del edificio "no encuentra justificación" y, además, "aumentó el importe del incumplimiento registrado en la Regla de Gasto". Todo a pesar de que Sánchez Mato defendió por activa y por pasiva que la adquisición había sido "una buena operación".
Además, la Cámara de Cuentas subraya que la operación fue sufragada mediante una transferencia del fondo de contingencia e imprevistos. Esta operación no resultaría concordante con los fines previstos para la utilización de dicho epígrafe presupuestario, de modo que también aquí se aprecian sombras en la gestión del gobierno comunista que encabeza la alcaldesa Manuela Carmena.