La Agencia Tributaria recoge en sus informes anuales la evolución de la recaudación obtenida por las distintas Administraciones Públicas de nuestro país. La serie estadística homogénea comienza en 1995 y resulta de especial interés a la hora de poner en perspectiva el aumento de los ingresos fiscales que ha anunciado el gobierno de Pedro Sánchez con sus Presupuestos para 2019.
De acuerdo con los datos de Hacienda, el aumento medio de la recaudación tributaria entre los años 1995 y 2018 fue de 5.254 millones de euros. Sin embargo, el Ejecutivo socialista plantea en sus cuentas para el próximo año un aumento casi cinco veces mayor, con un repunte de 24.000 millones en la recaudación proyectada para 2019. Lo vemos en el siguiente gráfico:
Por otro lado, si nos fijamos en la evolución histórica desde el punto de vista del aumento porcentual, vemos que las cifras para 1995-2018 arrojan un crecimiento anual medio del 4,8%. Dicha tasa se sitúa prácticamente dos veces por debajo de la cifra que anuncia el gobierno socialista para 2019 y que asciende al 7,9%. Lo vemos en el siguiente gráfico:
'Trucos' e ingresos 'inflados'
Parte del aumento de los ingresos (alrededor de 5.000 millones de euros) se explica por la introducción de un "cambio en el cómputo del sistema inmediato de información del IVA". Esto permitiría imputar trece meses de recaudación en 2019, correspondientes a 2018. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los cálculos del déficit que elabora la Unión Europea tienen en cuenta los impuestos devengados, no cobrados. Por tanto, el truco del Gobierno no tendrá efectos a la hora de llevar las cuentas a Bruselas.
Por otro lado, existe una notable diferencia entre la previsión de aumento de ingresos que anuncia el Gobierno y la que aprecian los analistas especializados o las fuerzas de la oposición política. Así, Foro Regulación Inteligente considera que el agujero fiscal será de hasta 4.000 millones de euros, mientras que Luis Garicano, máximo responsable de Economía de Ciudadanos, da por seguro un desfase de 2.200 millones de euros. El grueso de la desviación viene de inflar los ingresos obtenidos por el Impuesto de Patrimonio, el Impuesto de Sociedades, la Tasa Google o la Tasa Financiera.