El Consejo de Ministros de este viernes aprueba la remisión a las Cortes del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019, que irán acompañados de una rebaja de una décima de su previsión de crecimiento para este año, hasta el 2,2%. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, carece por el momento de los apoyos necesarios para sacar adelante las cuentas.
De ahí, precisamente, que haya introducido nuevos guiños en el plan presupuestario a fin de recabar apoyos. Por un lado, los Presupuestos incluirán un castigo fiscal a los beneficios no distribuidos de las Socimis para contentar a Podemos, según avanza Expansión. Esta medida ya fue pactada en su día con el partido de Pablo Iglesias, pero no había sido incluida en el borrador que se remitió a Bruselas el pasado octubre. La idea consiste en aplicar un gravamen del 15%.
Esta subida fiscal se suma a otros aumentos tributarios pactados con Podemos, como el gravamen del 5% sobre los dividendos del extranjero, la imposición de un tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades o la creación de la tasa Google y la tasa Tobin sobre transacciones financieras. Pese a ello, Podemos insiste en fijar un límite de precios a los alquileres, pero, por el momento, el Gobierno no se ha plegado a esta exigencia, aunque no lo descarta,
Por otro lado, Sánchez también elevará la inversión en Cataluña para atraer el voto nacionalista. Los Presupuestos incluirán un importante incremento de la inversión pública para acercarla al porcentaje que esta comunidad aporta al PIB, tal y como fija el Estatut, informa Cinco Días. De llevarse a cabo el pasado año, Cataluña habría recibido cerca de 600 millones de euros extra en inversiones por parte del Gobierno central.
Pero no es el único gesto. Las cuentas de Sánchez también incluirán una dotación de 150 millones de euros para integrar a los Mossos en el modelo de financiación autonómica, dentro de una partida de 700 millones repartida en cuatro años. Ambas medidas fueron acordadas en septiembre entre el Gobierno y la Generalidad, junto con una mayor flexibilidad financiera, tras pasar de estar sujeta al FLA al Fondo de Facilidad Financiera, un mecanismo que exige menos ajustes y condiciones presupuestarias. Por último, se financiará que TVE duplique el número de horas de emisión semanal en catalán, hasta las 40 horas.
Menor crecimiento en 2019
Las cuentas que aprueba este viernes el Ejecutivo irán acompañadas de una actualización del cuadro macroeconómico que rebajará en una décima, hasta el 2,2%, la previsión de crecimiento para este año, según ha adelantado la ministra de Economía, Nadia Calviño, quien ha explicado que se debe al mayor ajuste fiscal de los Presupuestos, al elaborarse con la senda de déficit del anterior Gobierno (1,3% del PIB).
En cuanto al paro, el nuevo cuadro macro proyecta una creación de 800.000 empleos entre 2018 y 2019, con una reducción de la tasa de paro al 15,5 en 2018 (igual a la previsión anterior) y del 14% en 2019 (dos décimas más). La deuda pública cerrará 2019 en el 95,5%.
Dado que la mayoría del PP en el Senado ha rechazado la senda de déficit del Gobierno -proyectaba déficit del 1,8% este año, 1,1% en 2020 y 0,4% en 2020-, el Gobierno aprobará los PGE con los objetivos de estabilidad presupuestaria de Mariano Rajoy -déficit del 1,3% este año, 0,3% en 2020 y superávit en 2021- y más adelante, una vez que la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para eliminar el veto del Senado viese la luz a lo largo de este año, el Ejecutivo aprobaría su senda y fijaría el déficit en el 1,8%.
Tras dar luz verde al proyecto de Presupuestos en el Consejo de Ministros de este viernes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llevará el lunes a las diez de la mañana dicho proyecto a la Cámara Baja, para iniciar su tramitación parlamentaria, que se prolongará durante unos tres meses.