Jeff Bezos y su esposa McKenzie Bezos han decidido poner punto y final a su matrimonio de manera amistosa, según han señalado ambos. Pero muchos se preguntan qué pasará con Amazon y cuál será el coste de esta ruptura, que podría convertirse en el divorcio más caro de la historia, dado que Jeff es el hombre más rico del mundo con una fortuna valorada en 100.000 millones de euros.
Jeff y Mackenzie se conocieron en 1993, hace 25 años, en una entrevista de trabajo, y solo unos meses después se dieron el ‘sí quiero’. Al poco tiempo de pasar por la vicaría, Jeff fundó Amazon. Aquí es donde reside la clave que puede hacer de este divorcio el más costoso de la historia. La residencia oficial de la familia está en Washington –donde tienen una casa valorada en 70 millones de dólares–. En este estado las leyes establecen que, en caso de un divorcio sin acuerdo previo, los cónyuges deben repartirse los beneficios generados durante el matrimonio. Por lo tanto, Mackenzie podría recibir hasta 50.000 millones de dólares, la mitad de la fortuna que alberga el fundador de Amazon.
Sin embargo, todo apunta a que esto no será así, ya que la ruptura ha sido de manera amistosa y el acuerdo de divorcio también lo será. "Tras un largo periodo de exploración amorosa y una separación de prueba, hemos decidido divorciarnos y continuar compartiendo nuestras vidas como amigos", señalaron Jeff y Mackenzie en un comunicado oficial. "Si hubiéramos sabido que nos separaríamos después de 25 años, lo habríamos hecho de nuevo". "Hemos tenido una vida tan buena juntos como matrimonio y también vemos maravillosos futuros adelante, como padres, amigos y socios en emprendimientos y proyectos, y como individuos en busca de negocios y aventuras", concluyen.
¿Quién es Mackenzie?
La todavía esposa de Jeff Bezos es una apasionada escritora, licenciada en filología inglesa por la Universidad de Princeton, donde también estudio el CEO de Amazon. Cuando se mudó a Nueva York, realizó una entrevista de trabajo en el fondo de inversión donde Jeff trabajaba y allí surgió el amor.
Poco tiempo después de convertirse en marido y mujer, Jeff Bezos quiso crear una empresa para vender libros por internet, algo que Mackenzie apoyó y decidieron trasladarse a Seattle. En el primer año de vida de Amazon, fue Mackenzie la encargada de llevar la contabilidad de la ahora empresa más valiosa en la bolsa estadounidense, pero la joven decidió dedicarse a su verdadera pasión: la escritura. En 2005 publicó su primera novela, The Testing of Luther Albright, mientras que en 2013 sacó al mercado Traps, sus dos únicas novelas.
Una fortuna que repartir
La pareja tiene cuatro hijos, tres biológicos y una niña adoptada. Todos ellos con edades adolescentes. La fortuna es prácticamente de Jeff, ya que él posee el 16,1% de las acciones de Amazon a título personal –la compañía está valorada en 810.000 millones de dólares en bolsa– mientras que Mackenzie no tiene ni una sola acción de Amazon.
Además, los Bezos tienen un imperio inmobiliario que supera los 250 millones de dólares. Una casa en Washington, dos en Beverly Hills, un antiguo museo y cuatro apartamentos en Central Park están entre sus propiedades. Bezos también es el dueño de The Washington Post, la empresa de viajes Blue Origin y los supermercados Whole Food, entre otras compañías.
Hasta ahora, el divorcio más caro fue el del magnate ruso Dmitri Rybolovlev, quien tuvo que pagar 4.800 millones de dólares a su esposa Elena. Unos meses después, el financiero Chris Hohn tuvo que pagar 530 millones de libras, el 36% de su fortuna, a su esposa. Pero ambas rupturas quedarían totalmente eclipsadas si Mackenzie Bezos decide acogerse a las leyes de Washington y solicita el 50% de los bienes obtenidos por Jeff Bezos durante su matrimonio.