El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, empieza a desvelar las primeras medidas de su política económica. Acaba de anunciar un programa inicial de concesiones por el que ofrecerá aeropuertos, puertos y ferrocarriles al sector privado para atraer inversiones por 7.000 millones de reales (unos 1.842 millones de dólares).
El jefe de Estado hizo el anuncio en un mensaje en su cuenta en Twitter, en el que explica que se trata de un programa inicial destinado a devolver la confianza a los inversores y a atraer recursos privados para la deficitaria infraestructura de transportes de Brasil. "Rápidamente atraeremos inversiones iniciales por cerca de 7.000 millones de reales con concesiones de ferrocarriles, 12 aeropuertos y 4 terminales portuarios". "Con la confianza del inversor bajo condiciones favorables para la población rescataremos el desarrollo inicial de la infraestructura de Brasil", agregó.
La cesión a la iniciativa privada de las infraestructuras que Bolsonaro pretende incluir en su primer programa de concesiones comenzó a ser analizada por el Gobierno del ahora expresidente Michel Temer, por lo que ya hay estudios adelantados para los proyectos. El asunto ya ha sido abordado por el ministro de Infraestructura, Tarcisio Gomes de Freitas, que, en el discurso que pronunció el pasado miércoles en la ceremonia de transmisión del cargo, afirmó que adoptará medidas para desbloquear las inversiones en el sector.
Igualmente ha sido comentado por el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien se refirió la víspera a las "rápidas" privatizaciones y concesiones como unos de los "pilares" del programa económico de corte netamente liberal que pretende implantar. Guedes, un economista de la Escuela de Chicago que recibió "carta blanca" de Bolsonaro para comandar la economía, es defensor de la reducción del tamaño del Estado mediante un severo ajuste fiscal, la limitación del gasto y la privatización de todas las empresas que no sean esenciales para el sector público.
Extinguir la "Justicia del Trabajo"
Por otro lado, Bolsonaro también anunció que estudiará con su equipo la posibilidad de poner fin a la Justicia del Trabajo, el equivalente a los tribunales de lo Social en España, encargados de dirimir conflictos laborales, ya que considera que hay un "exceso de derechos" para los trabajadores y, además, esta instancia judicial está muy politizada.
"Cuando uno piensa en producir alguna cosa, cuando ve la cuestión de los encargos laborales, que molestan a todos en Brasil, esa persona desiste de emprender", declaró Bolsonaro en una entrevista con la cadena televisiva SBT, la primera que ha concedido desde su investidura, el pasado día 1.
"¿Qué país del mundo tiene (Justicia del Trabajo)? Ya tenemos la Justicia común. Si (un trabajador) entra en la Justicia y pierde, tiene que pagar", manifestó. "Mira Estados Unidos. Allí casi no hay derechos laborales. No sirve de nada tener derechos si no hay trabajo", completó. Durante la transición de gobiernos, Bolsonaro confirmó la extinción del Ministerio de Trabajo, creado en 1930 y cuyas funciones serán redistribuidas entre las nuevas carteras de Justicia y Economía.
En la entrevista, el mandatario también anticipó que pretende enviar al Congreso una propuesta de la reforma del sistema de pensiones para establecer una edad mínima para las jubilaciones de 62 años para los hombres y 57 años para la mujeres, frente a los 60 y 55 años, respectivamente, de la legislación actual. La reforma del sistema de pensiones es uno de los pilares del equipo económico del nuevo Gobierno, que la calificó también como su "principal desafío".
Asimismo, Bolsonaro, quien prometió liberar a Brasil "del socialismo, de la inversión de valores y de lo políticamente correcto", destacó que su país siempre estuvo "bajo el riesgo del socialismo" y que muchos deseaban "un régimen similar al de Cuba o al de Venezuela".