El Ayuntamiento de Zaragoza, liderado por Pedro Santiesteve, de Zaragoza en Común, obligará a las empresas de patinetes eléctricos a tener contratados a los llamados charger, autónomos que se dedican a cargar las baterías de estos vehículos. Son los encargados de recoger los patinetes, revisarlos, ponerlos a cargar en los puntos establecidos y, una vez cargados de nuevo, colocarlos en diversos puntos de la ciudad. Por norma general, este tipo de trabajadores funcionan como autónomos y en función de las horas y días trabajados pueden facturar hasta 1.000 euros semanales.
Sin embargo, desde el Consistorio zaragozano insisten en que este tipo de empleos profundizan la precariedad laboral. Por eso, uno de los requisitos para que este tipo de empresas puedan operar en la ciudad aragonesa es que tengan contratados en plantilla a los trabajadores que se dedican a revisar y cargar los patinetes.
La concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Teresa Artigas, anunció que se obligará "a que todo el personal tenga que estar contratado por la empresa para evitar malas prácticas de alta precariedad laboral en la recarga", confirmando así que buscan eliminar la figura del cargador de patinetes por cuenta propia.
Hasta ahora el chargerpodría ser cualquier persona que lo solicitase a través de la aplicación, dando oportunidad de empleo a un sinfín de personas. Sin embargo, con esta medida el acceso a estos trabajos no será libre y hará que las empresas de patinetes eléctricos afronten mayores gastos en forma de cotizaciones sociales, lo que repercutirá en el empleo y las tarifas que paga el consumidor final.
Otro de los requisitos que quiere imponer el Ayuntamiento de Zaragoza es que los charger se ocupen también de que los patinetes estén bien estacionados, bajo pena de multa a la empresa. La Administración habilitará unos puntos de estacionamiento concretos por toda la ciudad para que no haya patinetes dispersos.
Finalmente, el Ejecutivo liderado por Santiesteve también obligará a estas compañías a dar servicio en todos los distritos de la ciudad, independientemente de si hay demanda o no. De esta manera, el Ayuntamiento quiere garantizar que los barrios periféricos también tienen acceso a este servicio.