El Gobierno de Reino Unido ha anunciado que prohibirá la venta de perros y gatos de menos de seis meses en tiendas, de tal forma que quien quiera adquirir o adoptar un cachorro de esa edad tendrá que contactar directamente con el responsable de la cría o con un centro de acogida de animales.
El secretario de Estado de Bienestar Animal, David Rutley, ha asegurado que la medida cuenta con el respaldo del 95% de las persona que participaron en una consulta pública abierta por el Gobierno, que aspira ahora a evitar separar a los cachorros de sus madres de forma prematura y ahorrarles "largos viajes".
"Insto a quienes estén pensando en comprar un cachorro o cualquier mascota en este momento del año a pararse y pensarlo tranquilamente. Las mascotas son parte de nuestras familias y es una decisión que requiere de una consideración y una planificación cuidadosas", aseguró Rutley durante una reciente visita a un centro de animales.
El Ejecutivo aspira también a promover la acogida, como ha recordado en un comunicado en el que, de cara a los regalos de estas fechas, insiste en que"las mascotas no deberían comprarse por sorpresa". La última prohibición ha sido aplaudido por los animalistas, principales promotores de la medida.