Desde hace unos dos años, el aceite de palma ha pasado de ser un gran desconocido en el sector de la alimentación a estar en boca de todos. Una especie de histeria se ha extendido entre consumidores y hasta en la propia industria, que ha amagado con dar la espalda a este aceite que se usa en los alimentos procesados. No contener aceite de palma ya es motivo para presumir en el caso de algunas marcas, que lo utilizan como reclamo en los envases de sus productos.
En España, el sector ha hecholobby para defender su negocio con la creación de la Fundación del Aceite de Palma Sostenible. Compañías como Ferrero, Campa Ibérica, GAR Agribusiness, Gracomsa o Lipsa son algunos de sus socios.
A los que advierten del alto contenido en grasas saturadas que contiene el aceite de palma (el 50%), la Fundación les responde que "la relación entre la dieta y la salud tiene que ser considerada teniendo en cuenta la dieta en su conjunto y no por la evaluación de los distintos alimentos". Por el lado del medio ambiente, el cultivo de esta planta también ha sido puesto en entredicho porque algunas organizaciones ecologistas aseguran que las plantaciones de aceite de palma destruyen el ecosistema de las especies autóctonas. Ante estas acusaciones, la Fundación del Aceite de Palma Sostenible defiende que su cultivo "es el de mayor productividad de los aceites vegetales, lo que le hace muy eficiente. Necesita además (entre 4 y 10 veces) menos de la mitad de superficie que necesitan otros cultivos para producir la misma cantidad de aceite". Por tanto, si tuviera que ser sustituido por otro tipo de aceite, como el de como soja, girasol o colza, necesitaría más terreno para cultivarse.
Además, según un informe que presentó ayer martes este lobby, el 43,4% del aceite de palma vendido en España está certificado como sostenible. Esta certificación "obliga a condiciones justas de trabajo y sueldo, protección de las tierras y derechos de los propietarios indígenas locales, prohibición de la deforestación en zonas importantes para la conservación, protección de vida salvaje y de especies amenazadas en plantaciones de palma", explican. Este y otros 10 datos que sirven para conocer un poco más al sector están incluidos en el documento.
- El fruto no se come: el aceite de palma se obtiene del fruto de la palma, que forma un racimo grande con muchas frutas rojas compactadas. Cada racimo puede pesar hasta 25 kilos. El fruto no se come, pero en los países productores utilizan el aceite directamente para cocinar. Se puede obtener aceite del fruto, tanto del mesocarpio (aceite de palma) como de la semilla (aceite de palmiste).
- Líder mundial de los aceites: el aceite de palma es actualmente el aceite más producido y comercializado en el mundo por delante del aceite de soja y de colza. Su previsión de producción mundial de aceite de palma para la campaña 2017/2018 es de 69,3 millones de toneladas, lo que representa el 35,2%, en volumen, de la producción global de aceites.
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¿Quién lo produce?: los dos principales países productores mundiales son Indonesia y Malasia (83,5% entre los dos), seguidos a gran distancia por Tailandia, Colombia, Ecuador, y otros países de Centroamérica y África.
- En la UE no hay arboles de palma: ningún país de la Unión Europea produce aceite de palma, por lo que en España tampoco. Todo lo que se utiliza se importa directamente de los principales países productores. Eso sí, tanto nuestro país como otros mercados exportan productos que contienen aceite de palma.
- ¿Aceite de palma en Granada?: el aceite de palma necesita cultivarse en un clima tropical en lugares próximos al ecuador. Necesita mucha agua, sol y humedad. En Granada, que posee el único microclima subtropical de Europa, podría funcionar su cultivo, aunque no se ha intentado.
- Se usa en diferentes sectores: el aceite de palma tiene muchas utilizaciones en los diferentes sectores. La industria (fabricación de biodiésel para transporte y energía), la industria oleo química (perfumes, jabones, cremas, barras de labios, detergentes, velas de cera...), la alimentación animal y la alimentación humana son los principales.
- El 83% para biodiésel: en España, el 83% del aceite de palma que se importa va dirigido a uso industrial (biocombustible), mientras que el 10,3% se usa para alimentación y el 6,7% para la industria oleoquímica y la alimentación animal.
- Los productos que más aceite de palma tienen: en alimentación humana existen muchos productos que utilizan como ingrediente aceite de palma: margarina, galletas, bollos, pasteles, chocolates y bombones, helados, snacks y aperitivos, sopas y caldos, entre otros. En España, los productos que más aceite de palma tienen son las margarinas (hasta el 80%), las galletas (del 5 al 50% si están rellenas), la bollería (10%), la pastelería (10%), los helados (4,5%) y las cremas o coberturas de cacao (hasta el 40%). Un dato curioso es que el chocolate blanco en España no tiene nada de aceite de palma.
- Consumo anual: en nuestro país se estima que los españoles consumen de media 3,32 kg al año de aceite de palma. Dicho de otra forma, al día y por persona ingestamos 9,09 gramos.
- El aceite de coco tiene más grasas saturadas que el de palma: hay otros aceites y grasas con porcentajes de ácidos grasos saturados muy superiores a los presentes en el aceite de palma, como es el caso del aceite de coco (por encima del 90%), el de palmiste (alrededor del 80%) o de la mantequilla (cerca del 70%). Eso sí, también existen aceites vegetales con bajo contenido de ácidos grasos saturados, como el aceite de colza (8%), girasol (12%), u oliva (14%), cuyo consumo es más habitual en la dieta española y europea.