La factura de la crisis desatada en Francia por las movilizaciones y protestas de los llamados 'chalecos amarillos' ascenderá a una décima del crecimiento previsto para el PIB del país, según ha señalado el ministro galo de Finanzas, Bruno Le Maire, después de que el Banco de Francia haya recortado a la mitad su pronósticos de crecimiento para la economía francesa en el cuarto trimestre, hasta el 0,2%.
"Los eventos actuales deberían costarnos 0,1 puntos de crecimiento trimestral", ha declarado el ministro francés durante una entrevista concedida a la emisora RTL, recogida por Europa Press, añadiendo que "esto es menos prosperidad para los franceses". A este respecto, Le Maire ha expresado la disposición del Gobierno galo a brindar ayuda a las empresas afectadas por el movimiento de los 'chalecos amarillos', incluyendo el aplazamiento del pago de las contribuciones a la seguridad social y algunos impuestos.
En su intervención, el ministro francés ha defendido además la decisión de rebajar las cargas tributarias al capital, subrayando que esta medida servirá de impulso a la reindustrialización de Francia al dejar de gravar en exceso la inversión necesaria. En este sentido, Le Maire ha señalado que su prioridad sigue siendo la creación de puestos de trabajo, pero ha añadido que "esto pasa por que haya una caída de las cargas en las empresas".
Menor crecimiento
Por otro lado, el Banco de Francia ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento para el país galo en el último trimestre del año, que pasa a ser del 0,2%, frente al 0,4% de la primera estimación de la entidad.
Asimismo, la entidad indicó que la encuesta de confianza entre los distintos sectores de la economía refleja una ligera caída en el sector manufacturero, donde el indicador bajó a 101 puntos en noviembre desde los 102 del mes anterior. En el caso del sector servicios, el dato de confianza se mantuvo estable en 102 puntosa, mientras que la confianza del sector de la construcción repitió los 105 puntos de octubre.