Como es sabido por todos, en España los impuestos pueden ser competencia nacional, como el IVA, competencia autonómica, como el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, o competencia municipal, como el Impuesto de Circulación. Precisamente, gracias a esto se encuentran grandes diferencias tributarias entre una zona y otra de España.
Pero, tal y como señalan en Motor Pasión, el Impuesto de Circulación ha hecho que se den auténticos paraísos fiscales para vehículos dentro de España. Por ejemplo, el gravamen por un Peugeot 405 del tramo entre 12 y 15,99 CVF es de 136,69 euros en Barcelona y de 17 euros en el pueblo barcelonés de Aguilar de Segarra. Esta realidad, poco conocida, hace que se den casos tan llamativos como que en un municipio de 250 habitantes estén censados 48.885 coches. Esto, a su vez, hace que la localidad en cuestión reciba una partida considerable en el pago del tributo.
¿Por qué sucede?
La ley fija un tipo mínimo y máximo y depende de cada ayuntamiento el tramo que fija en función de las características del coche. Esto hace que haya diferencias de hasta un 400% entre pagar el impuesto en un sitio u en otro. Según datos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) que datan de 2016, en Madrid el gravamen en aquellos coches de entre 8 y 12 CVF es de 66,00 euros anuales, mientras que en Barcelona la cuota se fija en 64,06 euros y en San Sebastián en 86,30 euros, mientras que la cuota general en este tramo es de 34,08 euros.
¿Es legal?
La respuesta es que sí. De hecho, son muchas las empresas con grandes flotas de vehículos las que hacen este tipo de prácticas. Les basta con abrir una pequeña sede en un municipio con el impuesto de circulación bajo y, posteriormente, pueden registrar allí todos sus vehículos.
Volviendo al ejemplo de Aguilar de Segarra, en el tramo de entre 8 y 12 CVF el impuesto se fija en poco más de 8 euros gracias a las bonificaciones, mientras que en Barcelona está cifrado en 64,06 euros. Para una empresa que tenga una flota de 100 vehículos la diferencia es brutal. En la Ciudad Condal pagaría 6.406 euros, mientras que en el municipio abona 800 euros.
Además de este caso, en Madrid se dan otros como el de Las Rozas de Puerto Real, una localidad muy cercana a la frontera con Ávila. En este pueblo limítrofe hay censados 523 habitantes, mientras que su parque automovilístico asciende a los 28.107 vehículos. De los mismos, un 81% son turismos, llegando a los 22.631, a 43 coches por habitante. En Madrid se dan hasta dos casos más: Colmenar del Arroyo tiene censados 18 coches por habitante y Robledo de Chavela 17.