El plena guerra contra los coches, el Gobierno se ha sacado de la manga un culpable para justificar por qué se desplomaron las exportaciones de vehículos fabricados en España el pasado mes de septiembre: los conductores. "Está cambiando el tipo de vehículo que se demanda", aseguró ayer martes la ministra para la Transición Ecológica,Teresa Ribera, en un acto en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
En su intervención, Ribera dio a entender que los ciudadanos europeos están cambiando sus hábitos con respecto al coche voluntariamente, aunque nada más lejos de la realidad. De hecho, la patronal de fabricantes de automóviles Anfac no duda en asegurar que la caída de ventas de coches al exterior en el noveno mes del año, que fue del 23,7%, se debe a la entrada en vigor del protocolo europeo WLTP que encarece los coches.
"Este fuerte descenso en la exportación española de vehículos se debe principalmente a las abultadas caídas en las matriculaciones en la UE, que han descendido un 23,5% por la entrada en vigor del WLTP. Respecto a los principales destinos a los que España envía coches, Alemania registra un descenso de matriculaciones del 30,5%; Italia, una caída del 25,4% mientras que Reino Unido y Francia registran un 20,5% y un 12,8% menos de coches entregados respectivamente. Además, las turbulencias en el mercado turco propiciadas por la crisis interna han hecho que las matriculaciones desciendan en el país un 67,1%", explicaron, tras publicar el dato de que en septiembre sólo habíamos exportado 161.621 vehículos.
Los cambios que introduce el WLTP tienen que ver con la medición de emisiones de gases contaminantes de los vehículos, y entraron en vigor justo el 1 de septiembre en toda Europa.
Los europeos adelantaron sus compras
El 80% de los vehículos que se fabrican en España van destinados a los mercados internacionales, por lo que es una imprudencia achacar una caída puntual de las ventas al rechazo de los consumidores a los coches made in Spain. Prueba de ello es que agosto fue un mes excepcional en materia de exportaciones de automóviles, que se dispararon un 31,9% debido a que muchos conductores adelantaron las compras de coches para evitar la subida de precios que les esperaba el 1 de septiembre. De hecho, en octubre las exportaciones de vehículos nacionales han vuelto a remontar, con una subida del 1,55%.
En España, el 31 de agosto el Gobierno anunció que retrasaría la entrada en vigor del WLTP hasta 2021, pero al igual que en Europa, muchos clientes habían adelantado sus compras de coches para evitar tener que pagar un precio mayor por los vehículos. Tanto es así, que los concesionarios españoles hicieron literalmente el agosto vendiendo un 35% más ese mes.
Ribera, la ministra que ya advirtió al diésel que tenía "los días contados", insistió en que, de aquí a 2040, España será capaz de dejar de vender coches con combustión de gasolina o diésel. "Nos hemos comprometido", aseguró. Ya en 2050, el Gobierno socialista ha decidido prohibir la circulación de vehículos con este tipo de carburantes. "La descarbonización es imprescindible. El coche eléctrico es nuestra referencia", añadió. En ciudades como Madrid este tipo de vehículos ya tienen prohibida la entrada gracias a Madrid Central.
El golpe al vehículo tradicional que sí va a ser inminente será la subida de impuestos al diésel en 2019. Los conductores parece que ya se están preparando para esquivar la subida fiscal porque las ventas de vehículos diésel se han hundido un 40% interanual en noviembre.
Hoy miércoles, la ministra de Transición Energética tiene una reunión con representantes del sector del automóvil como Anfac. Ribera afirmó que el objetivo es "tener una conversación general sobre cómo orientar todo el proceso de cambio y acompañamiento" ante la propuesta hacer desaparecer al vehículo tradicional.