El Bitcoin se ha desplomado después de mantener un año con una volatilidad inferior a la del S&P 500. Actualmente, cotiza por debajo de los 3.500 dólares y, sumada al resto de criptomonedas, este mercado ha perdido más 700.000 millones de dólares desde principios de año, casi el 80% de su valor.
Las preocupaciones sobre si se trataba de una burbuja y sobre las regulaciones que iban imponiendo los países -China prohibió el acceso a los Exchange en su territorio- son las causantes de este desplome. "Todavía hay mucho en este juego", declaró el jefe de operaciones de Oanda en Asia. "Si el Bitcoin se derrumba y lo comenzamos a ver por debajo de los 3.000 dólares, va a ser una catástrofe. La gente va a correr por vender sus monedas", aseguró. Además, el mismo analista pronosticó que para el mes de enero esta divisa cotizaría en los 2.500 dólares. Otras afectadas por este pinchazo han sido empresas como Nvidia, que suministraban software y hardware para el minado de criptodivisas. De hecho, el fabricante de chips con sede en California ha perdido casi la mitad de su valor desde el comienzo de octubre de 2018.
El impacto económico de la caída no se ha notado mucho en los mercados, en parte porque la mayoría de los principales bancos y gestores de fondos institucionales tienen poca o ninguna exposición a las monedas virtuales. A aquellos que siguen el Bitcoin, y que, sobre todo, han invertido en él desde hace años, esta caída no les debe pillar por sorpresa. La criptodivisa ha tenido un comportamiento parecido casi a lo largo de toda su historia. De hecho, si se comprara la evolución del precio de la moneda, siempre se observa un ‘rally’ que dispara el precio hasta tocar un nuevo máximo, un desplome posterior y una corrección que siempre coloca a la moneda con más valor del que tenía hace 24 meses.
Así, en 2011, pasó a cotizar en los 29 dólares para regresar a los 1,11 unos meses después. En 2012, recuperó los 6 dólares de cotización y 2013 llegó a los 280 dólares, para luego corregir. Por lo tanto, si la historia se repite es probable que Bitcoin se sumerja en otro ‘rally’ en los próximos años. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta vez cuenta con un gran hándicap y son las legislaciones de los países, que se han preocupado por limitar el acceso y la compra del Bitcoin.