El arresto por supuestos delitos fiscales del máximo dirigente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Carlos Ghosn, causó fuertes caídas bursátiles de estos fabricantes de vehículos ante el temor a un vacío de poder al frente del grupo.
La detención el lunes del principal responsable del mayor grupo mundial del motor sacudió al parqué tokiota, donde las acciones de Nissan y Mitsubishi perdieron un 5,45 y un 6,85 por ciento, respectivamente, mientras que la francesa Renault inició la jornada prolongando sus pérdidas de la víspera en la Bolsa de París. Los mercados reflejaron así la incertidumbre sobre el liderazgo que hasta ahora ejercía Ghosn en la triple alianza, a raíz de su arresto por las supuestas irregularidades fiscales detectadas por las autoridades niponas después de que Nissan llevara a cabo una investigación interna.
Nissan y Mitsubishi Motors anunciaron sus planes de cesar a Ghosn como presidente, una decisión aún pendiente de ser ratificada en sus respectivos consejos de administración, mientras que Renault señaló su intención de "defender los intereses de la compañía dentro de la alianza" a la espera de que se esclarezca la situación del alto cargo.
El ejecutivo franco-brasileño, de 64 años, fue detenido en la víspera por la policía nipona tras llegar al aeropuerto capitalino de Haneda, para ser interrogado por las autoridades sobre una supuesta evasión fiscal y otras posibles irregularidades. Ghosn presentó "datos falsos sobre asuntos sensibles" concernientes a sus ingresos percibidos entre junio de 2011 y el mismo mes de 2015, al declarar 4.987 millones de yenes (38,8 millones de euros) en lugar de los 9.998 millones de yenes (77,8 millones de euros) que había recibido en realidad, según explicó en un comunicado la Fiscalía de Tokio.
Parte de esta cantidad incluiría fondos de empresas afiliadas de Nissan usados para adquirir viviendas particulares en cuatro países a título de Ghosn, así como el desvío a sus ingresos de unos 9 millones de dólares en bonos inicialmente destinados a otros ejecutivos de la empresa, según publicaron hoy los medios nipones. La investigación interna conducida por Nissan halló"numerosos actos significativos de malas conductas" por parte del ejecutivo que se prolongaron "durante mucho tiempo", unos hechos "que no puede tolerar la compañía", afirmó el CEO o máximo ejecutivo de Nissan Motor, Hiroto Saika, en una rueda de prensa ofrecida en la víspera.
Las denuncias también afectan a Greg Kelly, otro alto cargo del grupo, cuyo cese, al igual que el de Ghosn, será votado este jueves en una reunión del consejo de administración de Nissan. De acuerdo con los medios locales, la detención de ambos se produjo después de que un ejecutivo de Nissan entregara pruebas de las presuntas infracciones a las autoridades, a cambio de que la fiscalía no presentara cargos contra la empresa por cooperar en la investigación.
La compañía podría recibir una multa de hasta 700 millones de yenes (5,4 millones de euros) por este tipo de infracciones financieras, según la normativa nipona, mientras que en el caso de particulares, las penas ascienden hasta a 10 años de prisión y multas de 10 millones de yenes (77.580 euros).
Ghosn había comenzado a trabajar en 1999 como jefe de operaciones en Nissan procedente de la directiva de Renault, y logró salvar a la compañía de la bancarrota con un drástico proceso de reestructuración que le hizo ganarse la confianza también del fabricante francés. El ejecutivo fue nombrado CEO de Renault y de la alianza bipartita en 2005, dentro de la cual continuó aplicando su modelo de gestión centrado en el recorte de gastos.
En 2016, esta unión pasó a integrar a la también nipona Mitsubishi al ser adquirida por Nissan tras verse salpicada por un escándalo de manipulación de datos de emisiones. Ghosn asumió entonces las riendas de la triple alianza, y para centrarse en su estrategia global abandonó su puesto como consejero delegado (CEO) en Nissan, aunque se mantuvo como presidente del segundo mayor fabricante japonés de vehículos y como CEO y presidente de Renault y de Mitsubishi. Bajo su liderazgo, el conglomerado Nissan-Renault-Mitsubishi se situó como líder mundial de ventas durante la primera mitad de 2018, por encima del grupo alemán Volkswagen.