Unos 3.200 millones de personas formaban parte de la clase media a finales de 2016, esto implica que en dos o tres años la mayoría de la población mundial, por primera vez en la historia, será considerada de clase media o alta. Además, un 88% de los nuevos miembros de clase media serán procedentes de Asia, que es donde más crecerá este rango social en los próximos doce años, tal y como se observa en el último estudio de Brookings.
En el continente asiático es donde más personas pasarán de la clase baja y la pobreza a la clase media. En 2015, un 46% de la población asiática pertenecía a la clase media, en 2030 el porcentaje será del 64%. Esto supone un notable incremento liderado por economías como India o China, que son los dos países más poblados del mundo. La apertura económica de ambos estados ha sido el principal incentivo para mejorar la situación y renta de sus habitantes, aunque les queda mucho por hacer. Además de India y China, Malasia, Singapur o Hong Kong están liderando, junto con Japón y Taiwán, los cambios más significativos del continente.
En Norteamérica, 335 millones de personas estaban dentro de la clase media, para 2030 el crecimiento hará que sean 354 millones. En Europa el incremento será menor. El Viejo Continente tiene 724 millones de personas consideradas de clase media, mientras que en 2030 engrosarán este segmento 733 millones. El crecimiento de América Central y Sudamérica también es reseñable: de los 285 millones actuales pasarán a 335 millones en 12 años.
En la región de Asia- Pacífico se pasarán de 1.380 millones de personas de clase media a 3.492 en 2030. En África subsahariana también se podrá ver un aumento de este segmento poblacional, que pasarán de los 114 millones a 212. En Oriente Medio el crecimiento hará que se pase de 192 millones de personas a 285. A nivel global, el incremento será de 2.382 millones.
Todo esto se traduce, ya no solo en un aumento palpable del nivel de vida de las personas, que siempre es algo positivo, sino también en el aumento del gasto total. En el año 2015, la clase media gastó 34.814 millones de dólares, pero en 2030 casi se duplicará, hasta llegar a 64.854 millones, lo que supone que la economía, no solo crecerá, sino que se transformará radicalmente.