En los últimos años se ha hablado con insistencia sobre el aumento de la desigualdad en Occidente. El debate empezó en Estados Unidos, a raíz del éxito de ventas que cosechó El capital en el siglo XXI, un libro del economista galo Thomas Piketty que aborda esta cuestión con una perspectiva marcadamente izquierdista.
En España, los indicadores apuntan que la desigualdad salarial se redujo en los años de Gobierno de José María Aznar, pero repuntó durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero. Con Mariano Rajoy en La Moncloa, la desigualdad de renta tuvo un comportamiento menos evidente, con un aumento inicial que luego se vio matizado a través de varios descensos.
Vale la pena precisar, eso sí, que la desigualdad de renta no es el único parámetro que podemos emplear para referirnos a estas cuestiones:
- De entrada, podemos fijarnos en la desigualdad patrimonial, donde vemos que las diferencias de riqueza son menores en España que en buena parte de los países de nuestro entorno.
- En segundo lugar, cabe atender a la desigualdad de consumo, indicador en el que el fenómeno ha sido decreciente, arrojando hoy menos desigualdad que antes de la crisis.
- En tercer lugar podemos fijarnos en la movilidad social, donde España aparece en un lugar medio del ranking internacional.
Comparando rentas por deciles
Esta semana hemos conocido un nuevo informe del Instituto Nacional de Estadística en el que se desglosa el salario bruto medio por tramo de ingresos. Atendiendo a los resultados, podemos ver que la diferencia entre el salario del 10% que más gana y los asalariados de menores ingresos no solo no ha ido a más, sino que se ha reducido con la crisis.
El decil de menor renta percibe 464 euros brutos al mes. El decil siguiente gana 864 euros en cada paga, mientras que el segmento que completa el 30% de menos ingresos percibe 1.121 euros en cada nómina. La media aritmética para estos tres grupos de ingresos arroja un sueldo de 816 euros brutos mensuales. En 2008, coincidiendo con el estallido de la crisis, este indicador era de 834 euros.
Por el contrario, entre el 10% que más gana, este indicador ha pasado de 4.631 a 4.346 euros brutos mensuales entre los años 2008 y 2017. Si comparamos una y otra medición con los 834 euros del 30% que menos gana vemos que la diferencia entre ricos y pobres ha pasado de 5.548 a 5.323, un descenso del 4%.
El 10% que menos gana necesitaba 4,2 sueldos en 2008 para ganar tanto como el 10% de mayores ingresos, frente a los 3,9 de hoy. El segundo decil ve reducida esta brecha de 5,2 a 5 y el tercero de 4,2 a 3,9. Los tres colectivos de menores ingresos experimentan, por tanto, un cambio a mejor, confirmando una reducción de la desigualdad de renta que mide esta comparativa.