En los primeros seis meses del año, un total de 1.123 tiendas desaparecieron de las 500 calles principales del Reino Unido. Esto supone que cada día echan el cierre 14 comercios. La causa, según apuntan en PwC, parece ser el aumento del comercio online, sobre todo en el sector textil y en el de los electrodomésticos, ya que estos fueron los más afectados en el semestre. Aunque no solo cierran los comercios, los restaurantes y los pubs también se han visto afectados.
Londres ha sido la región más afectada. Por el contrario, Gales registró la mejor nota al concluir con el mínimo de cierres. En total, se cerraron 2.692 tiendas y se abrieron 1.569 durante este periodo. Las alarmas han saltado después de que el Gobierno británico haya anunciado un nuevo impuesto para las empresas que se dedican al comercio online, usando como excusa que emplean menos personal y pagan menos tributos.
Philip Hammond, ministro deHacienda, ha prometido reducir los impuestos a cerca de 500.000 pequeños, así como determinadas ayudas, al tiempo que pretende crear un nuevo tributo sobre las empresas online. Jake Berry, subsecretario de Estado, dijo que "estamos creando un grupo de trabajo dirigido por Sir John Timpson, uno de los proveedores más experimentados del Reino Unido, para asegurar que las principales calles están adaptándose a los nuevos tiempos y son aptas para el futuro".
Peor tras el Brexit
A falta de cerrar un acuerdo definitivo, lo cierto es que el Brexit afectará al comercio online, tanto británico como europeo. Las compras de clientes residentes en Reino Unido hacia tiendas online españoles o viceversa tendrán que pagar impuestos de aduanas y el propio IVA, lo que provocará una burocratización de las compras y, por ende, un encarecimiento de los procesos de venta. Esto, unido al nuevo impuesto que plantea el Ejecutivo de Theresa May, amenaza con ser un duro castigo para el creciente sector del comercio online.